Si echamos un vistazo a los titulares de prensa descubrimos que siempre son las mismas noticias, y sobre los mismos temas, y sobre los mismos personajes y a veces ya nos cansan un poco. Me pregunto por qué razón no salen en prensa tantos héroes ocultos que no son noticia. Por eso yo hoy quiero dedicar mi espacio semanal a su memoria, a honrar a todos esos que en silencio y sin darle importancia viven siendo un himno de coherencia y entrega a un amor, un ideal o una causa noble, sin que se les tenga en cuenta porque su heroísmo no vende.

Para mí son un notición de la grandeza y categoría a la que puede aspirar el género humano. Y quiero subrayarlo, porque nos bombardean y nos saturan de noticias de guerras, asesinatos y barbaridades de todo tipo, con las que nos queda claro a qué niveles de degeneración y depravación podemos llegar y creo que sería justo y necesario que nos recuerden a tantos y tantas que hacen el contrapeso y mantienen en pie mi fe en la bondad del ser humano.

Como creyente quiero hacer una mención especial a muchísimos cristianos en el mundo que hoy son bienaventurados porque son perseguidos, insultados, encarcelados… hay muchos en la cárcel solamente por llevar una cruz o por confesar a Jesucristo, por coherencia y fidelidad a su fe.

Me gustaría tener presente también a ese anciano que permanece horas, días, semanas y meses junto a su esposa enferma de Alzheimer sin que ella se de cuenta -por su enfermedad- y que, cuando se le dice que descanse, que salga a ventilarse un poco, porque ella no se entera de nada y su presencia constante junto a ella no parece necesaria, responde: “seguramente no se percata de mi presencia, pero mi amor la acompaña y mi compromiso con ella fue en la salud y en la enfermedad, y yo sé me percato de ello y necesito amarla así ahora”.

También es bonito recordar a tantas mujeres que viven su maternidad desde el heroísmo de una entrega ilimitada veinticuatro horas sobre veinticuatro horas, especialmente esas madres con niños con discapacidades y necesidades especiales y que celebran sin notoriedad cada paso o cada palabra de su pequeño… son heroínas de la ternura recompensadas por cada sonrisa de su hijo. Ellas no son noticia, pero son únicas e insustituibles en este mundo tan duro e insensible a veces, en el que lo único que puntúa es el rendimiento intelectual y económico. El amor y dedicación de esa mujer para que su niño con discapacidad pronuncie algunas palabras, dé sus primeros pasos, sostenga un tenedor… no se consideran rentables porque el tiempo y el esfuerzo invertido son enormes frente al pequeñito logro… pero la cota de heroísmo y de gratuidad no tienen parangón. Deberían ser consideradas madres Vip y recibir los más altos reconocimientos y galardones porque con su entrega y dedicación humanizan este mundo y lo hacen más cálido y menos duro, pero… no son noticia. Solamente lo serían si abandonaran a sus hijos o los maltrataran… ¡¡qué pena!! ¿no?

Creo que debemos ser osados y rebeldes en el sentido de “publicitar” y recordar a tantos héroes que no son noticia, cuando en realidad son los que mantienen encendida la antorcha de la bondad, la humanidad, la ternura, la coherencia y quienes nos recuerdan lo más bello del ser humano, que reside en su interior.