JUVENTUD, DIVINO TESORO

Juventud, divino tesoro… te vas para no volver. Este dicho hace pensar que es obligatorio sentir nostalgia por la vida que va transcurriendo y que es lamentable que la vida se vaya pasando. Ninguna de las dos cosas son ciertas, porque la vida que va pasando nos da sabiduría y fuerza.images (1)

Con frecuencia oímos también aquello de que tal persona es joven y “tiene la vida por delante” y lo decimos como algo estupendo, mientras que si nos referimos a alguien diciendo que “estás caducando” o que “le quedan dos telediarios”, estamos expresando que está acabado y ya su existencia no merece la pena y le queda poco o nada que dar, sino únicamente que se acabe del todo.

Me gustaría decir lo que realmente pienso de todo esto, porque considero que lo planteamos mal y la realidad no es esa. La verdad es que una persona joven tiene teóricamente la vida por delante, y digo “teóricamente” porque en realidad no lo sabemos; no sabemos si la chica de 21 años va a vivir 60 años más, o dentro de tres meses va a fallecer en un accidente y la anciana de 85 que consideramos que le quedan “dos telediarios” va a vivir aún cinco años más que la chica de 21 que va a fallecer en un accidente en breve… No soy fatalista, soy realista: así de variables y falibles son nuestros cálculos humanos: puede ser que la chica de 21 años que vemos llena de vida, ilusión y proyectos sea la que está caducando.mindfulness niños

Por otra parte… esa anciana de 85 años a la que menospreciamos porque ya… en fín… la pobre… “está caducando”, resulta que tiene una experiencia de vida y una riqueza interior impresionantes, fruto de toda esa vida que ya ha transcurrido y que lamentamos. ¡Qué equivocados estamos cuando juzgamos así! Es imposible que una persona joven, que aún no ha vivido, no ha sufrido, no se ha equivocado aún, no ha perdido nada ni nadie en el camino de la vida porque apenas está dando los primeros pasos en él, tenga la sabiduría que dan los años y haber vivido.

Tener la vida por delante, como solemos decir, es una promesa y denota esperanza, pero tener 85 años y seguir sonriendo, a pesar de todos los pesares, es -a mi juicio- sabiduría de vida y grandeza humana. Un anciano sonriente e ilusionado es para mí un testimonio y me lleno de respeto y ante él me descubro. Pocos son los que llegan a la ancianidad con las huellas en el rostro del cansancio y del sufrimiento que la vida inevitablemente trae consigo, y que combinan esas arrugas y huellas -las “cicatrices” de la vida- con una sonrisa.

Para mí esas personas son monumentos humanos, verdaderas escuelas de valores y “almacenes” de experiencia. tipos-de-flores-margaritas¿Por qué lamentarnos de que hayan llegado a eso? ¡Qué bonitas son esas arrugas! Y esas manos nudosas y deformadas ya… ¡cuánto bien habrán hecho en la vida! ¡Cuántas caricias y cuántos empujones de ánimo! ¿cuánto pueden haber trabajado para sacar adelante las personas que han tenido a su cuidado?

En fín… tantas cosas que podríamos decir. Sin embargo… ese joven que promete y está lleno de vida es sólo eso: un proyecto, una promesa preciosa e ilusionante, pero que no sabemos si llegará a realizarse. En fín… que ni ser joven es lo mejor de lo mejor, ni ser anciano es lo peor. Cada momento tiene su belleza y su importancia. Propongo que a partir de ahora valoremos a cada ser humano por lo que es y por su vida real, no por su edad, porque la ancianidad que menospreciamos llegará a no ser que la muerte llegue antes.

 

Un comentario en “JUVENTUD, DIVINO TESORO

  1. Buenas noches madre Olga.Creo que la vida nos va enseñando todos los días conocimientos y también nos enseña a ser mejores si así lo deseamos.Estoy de acuerdo en que la edad aveces nos da la sabiduría.
    El vier., 25 de mayo de 2018 05:24 AM, Grita al mundo escribió:
    > Madre Olga María posted: “Juventud, divino tesoro… te vas para no volver. > Este dicho hace pensar que es obligatorio sentir nostalgia por la vida que > va transcurriendo y que es lamentable que la vida se vaya pasando. Ninguna > de las dos cosas son ciertas, porque la vida que va pasan” >

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