Hace muchos días que no escribo y son varias las personas que me lo han dicho y me han rogado que comparta algo de lo que estamos viviendo en esta primera fundación Samaritana fuera de Valladolid. Me dicen que cuento en las redes sociales muchas cosas de lo de fuera, pero que ya no comparto nada de lo de dentro del corazón, que echan de menos los post…
Como dice la canción que tanto me gusta… «Alguien le ha dado la vuelta a mi vida…» pero no sabeis hasta qué punto. Puedo deciros que están siendo semanas muy llenas. El mes de junio fue muy intenso y rico en vivencias espirituales y comunitarias, y el mes de julio no lo está siendo menos.
https://www.youtube.com/watch?v=T6B99ml8gIg
Respecto a mis impresiones y sentimientos… son muchos y muy variados. Puedo deciros que soy muy feliz. Ha sido una gozada ofrecerle a Dios el desgarro del corazón de fraccionar la comunidad en dos: un auténtico regalo, un acontecimiento de gracia que nos ha permitido constatar cómo es la unidad y la fraternidad cuando se vive profundamente arraigada en Cristo Jesús. Ha sido bendición para mí experimentar de alguna manera, participar un poco, de esos sentimientos del Corazón de Cristo, de ese «amar hasta que nos duela» del que habla la Beata Teresa de Calcuta.
La separación ha sido dura y sigue siéndolo, porque la separación física se acusa y se echa mucho de menos a las hermanas, pero creo que sería muy pobre quedarnos sólo ahí, sólo en eso que, aunque es real, no es lo más importante ni mucho menos. Lo más importante es la vivencia que estamos experimentando de unidad y de comunión, de ser UNO en el Corazón de Jesucristo. Es una vivencia muy intensa que creo que todas y cada una, sin excepción, estamos experimentando.
Bendigo a Dios por esta oportunidad de vivir su misma vida y de acercarnos a tantas y tantos que necesitan oir que Jesucristo está vivo y tiene Corazón. También es un gran don este vivir minuto a minuto y sobre la marcha, aprendiéndolo todo después de tantos años de vida religiosa. Hay momentos en que no resulta nada fácil este no tener «todo controlado y en orden». Tanta experiencia acumulada en tantos años de vida religiosa y ahora… parece que no sé nada y no soy capaz de organizar nada… Es una gran prueba para mi poca humildad y un termómetro para medir si mis deseos de ser pequeña son auténticos o solo de boca…
Os pido que oreis por nosotras: que sepamos aprovecharnos de esta situación y de estas circunstancias para configurarnos más y más con Jesús y con su paso por esta tierra. Que de verdad seamos regazos maternos que acogen y muestran a Dios, que en nosotras vean el amor de Dios. Ningún sacrificio será nunca pequeño si le mostramos a EL.
Qué bien escribe Madre!!, siempre sin guardarse nada. Incluso abriendonos sus dudas sobre la siempre dificil tensión vanidad/humildad. Qué dificil tiene que ser para alguien a quien muchos casi «idolatramos». Un abrazo y siempre gracias por tantas cosas.
esto es digno,de alguien como ud. que tiene un sentido firme de independencia y mando. Ud conducira este barco con la mejor de todas las direcciones la de NUESTRO CREADOR. cuantas religiosas se fueron a valdedios.?. las otras se quedaron en valladolid,entiendo con las carmelitas descalzas?. por lo menos el nuevo carisma me gusta y no solo a mi sino a mucha gente. les envio un abrazo de colombia. amanda
Querida hermana que Dios la Bendiga estaré orando por usted. La estimó mucho espero en Dios que todo lo que ha ocurrido sea lo mejor. Mucha fe. Cariñosamente alicia López Hormamazabal
Gracias, Madre Olga, por tu sinceridad y tu sencillez al compartir. Sigo vuestros pasos y oro por vosotras dando gracias a Dios por haberos llamado a esta aventura apasionante de dar a conocer Su Corazón. Ánimo con todo!!! Estoy segura de que, por Su infinita misericordia, aprovecharéis al máximo esta nueva oportunidad de amarLe y darLe a amar.
Me encanta volverte a leer, tanto tiempo!!Pero ahora estáis tan liadas. Seguimos pidiendo por vosotras y adelante!!puedes con éso y mucho más. Díos os bendiga siempre
Es un hermoso regalo para Asturias, que Valdediós haya vuelto a la vida.Vida dentro y fuera del monasterio, que las carmelitas samaritanas manifiestan con su buen hacer, alegría, trabajo, entrega y optimismo.Aprovechemos este lugar como encuentro comunitario, crecimiento personal y espiritual.
¡Bienvenidas !Que el Señor os llene de gracia.
Gracias Madre Olga por compartir, ¡se extrañaban sus palabras! Desde acá (México) cuente con mi oración para que sigan siendo el reflejo del amor de ese Corazón tan hermoso de Dios…¡Permita Nuestro Señor que en algún momento pueda conocer este hermoso oasis que Nuestro Señor les ha regalado! Dios les bendiga!