Guiados siempre por la obediencia a la Madre Iglesia

En la Vida Consagrada cada uno tiene que estar en su lugar y siempre, siempre, siempre, siempre, ¡¡siempre!! movernos dentro de la obediencia a la Iglesia. La Iglesia es Nuestra Madre y es ella quien nos va a decir si Dios quiere eso o si Dios no quiere eso, si estamos en lo cierto o si nos hemos equivocado. ¡Eso es así!

-“¿Y la Iglesia no se puede equivocar?”

-Pues en principio la Iglesia Católica está asistida por el Espíritu Santo de una manera especialísima y no se suele equivocar. Y, en el supuesto de que en un momento dado pudiera equivocarse, si yo estoy obedeciendo, yo no me equivoco y estoy glorificando a Dios y estoy dando fruto. Porque la Iglesia me puede decir que en el momento esto no es adecuado y en dentro de algún tiempo, Dios la mueve a decirme IMG-20180924-WA0004.jpgque eso sí. Entonces yo no sé si es lo que yo quiero o dejo de querer; yo solo sé que lo que Dios quiere a mí me va a decir siempre a través de la Iglesia, a través del Magisterio de la Iglesia y a través de los Dicasterios que están en la Iglesia para decirnos que hay que hacer en la Liturgia, en el Culto, en la Fe, en la Vida Consagrada… ¡en todo! Y es la única manera de no equivocarse.

Y esto es teresiano cien por cien, porque ella lo vivió así y murió así. No se os olvide que murió diciendo que era ¡Hija de la Iglesia!: “¡Hija soy de la Iglesia y en ella muero!” Para ella ha sido lo más grande: morir siendo hija de la Iglesia. Entonces, si somos hijas de Teresa y estamos en ello, en serlo “en espíritu y verdad, tenemos que vivir siempre con ese mismo espíritu de obediencia a la Iglesia que a ella en unos momentos le resultó difícil como a todos. Pero nunca renegó de ella, ni huyó. El amor a la Iglesia tiene que ser, después del amor a Cristo, el amor más fuerte de nuestra vida. Porque -entre otras cosas- la Iglesia es Cristo, es Su Cuerpo Místico, y no se pueden separar.

Estas personas que dicen: “¡Yo creo en Cristo, pero no creo en la Iglesia!” están totalmente despistadas y equivocadas: ¡no se puede creer en Cristo sin su Iglesia! Tampoco podemos renegar de la Iglesia jerárquica. Estoy de acuerdo en que es absurdo negar sus limitaciones, pero el Misterio de Cristo está por encima de todas las fragilidades humanas y el misterio de Cristo se realiza en Ella. La Iglesia nos contiene a todos y no la podemos fraccionar ni dividir en sectores excluyentes ¡La Iglesia jerárquica es la Iglesia-Esposa de Jesucristo! Y luego todos, pero la Iglesia jerárquica -el Papa, los obispos, los sacerdotes- también. ¡Esa es la Iglesia! Esa es la Iglesia la que tenemos que amar apasionadamente como apasionadamente amamos a Cristo. Eso es teresiano al cien por cien: el amor incondicional e incuestionable a la Iglesia, la filiación -en el sentido de pertenencia- en la Iglesia.

2 comentarios en “Guiados siempre por la obediencia a la Madre Iglesia

  1. ¡Alabado sea Jesucristo! Gracias, Madrecita Olga María, por reflexiones….. con cuanto amor se ven en sus palabras, ” como hija de Santa Teresa……..” , que profundidad, certeza, se percibe que ud. Renueva dia a dia su vocación y su amor a Santa Iglesia en toda su esencia. Por acá en nuestra Diócesis de San Felipe, Chile, no ha tocado duro, escándalos de algunos sacerdotes y en otras regiones también. Conversando con una hija de Santa Teresa, carmelita descalza, debemos rezar mucho más, pero comprendiendo que ésto es purificación para la Iglesia como tal y personalmente también. Pienso que nuestro amor a la iglesia debe permanecer atentas e incondicionales. Amar, amar, amar al que no piensa como yo, al que no te saluda. Decir con toda el alma, Señor te amo, gracias por tu amor. Madre Olga Maria: desde muy lejos, pero encontrandonos en el sagrario. Unidas. Un abrazo.

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