Necesitando a sólo Dios

Teresa tiene verdadero empeño en que reine en sus hermanas únicamente el deseo de Dios del que hablábamos al comienzo. Porque ese deseo de Dios es, como si dijéramos, el motor, la batería de donde sale la energía para poder movernos espiritualmente.

Ella se empeña en hacernos salir del círculo de nosotros mismos. Ese es uno de los peligros más tremendos de la vida espiritual, y ella, con su penetración, lo comprendió muy bien y lo desenmascaraba continuamente, en las monjas. Lucha para que sus hermanas IMG-20180429-WA0067.jpgsalgan del círculo de sí mismas y de sus necesidades personales, porque la palabra “necesito” es superpeligrosa: “Necesito más tiempo de oración. Necesito un director espiritual mejor, porque este no me entiende. Necesito una priora que me escuche más tiempo y me comprenda. Necesito este libro para avanzar en la vida espiritual. Necesito…”

Cuando una persona, en su vida espiritual encuentra que necesita muchas cosas, cuidado. Cuando de pronto te encuentras necesitando la tira de cosas, recela de tus necesidades. Porque las necesidades tuyas… si son reales, tienes un Padre que es providente y está al cuidado de ellas.

Generalmente, si encuentras tantas necesidades sin cubrir en tu vida, es porque no son reales, porque de las reales se ocupa Dios que es Padre providente y bondadosísimo. Además es que sabe muy bien lo que hace: sabe lo que necesitamos y provee como Padre solícito a todas nuestras necesidades reales, porque las conoce mejor que nosotros mismos.

Cuando me encuentro en necesidad de mil cosas… suele ser que yo las he creado. Y esas son las peores y es a lo que ella también quiere que renunciemos. ¿Por qué? Porque todas esas necesidades que nos creamos nos impiden fijar la mirada en Jesús: nos centramos en nosotras mismas y descentramos a Dios de nuestra vida.IMG-20170902-WA0151

Mirad: la vida la podríamos representar como una circunferencia. Y en el centro de mi circunferencia, tiene que estar Jesucristo. Y yo -ego-, cuanto más fuera de la circunferencia, mejor. Cuanto más cerca del centro, más peligroso. El amor de Dios es quien nos descentra de nosotros mismos y centra a Jesucristo en nuestra vida. Y cuando yo me centro en mis necesidades me acerco peligrosamente al centro, con lo cual el Señor dice: “bueno, bueno… ya me quito, que vienes aquí con todo tu pack de necesidades: te dejo el espacio y yo me arrincono”.

Cuando en el centro de mi vida estoy yo con mis supuestas necesidades y Jesús está en la periferia de la circunferencia, mal asunto.

Hay que invertir eso: mis “necesidades” fuera de la circunferencia, y yo lo más fuera posible. Y Jesús en el centro. Porque es la única manera -que es la santidad en la vida de un cristiano- de que yo me configure con Él, de que mi circunferencia no sea yo, sino acabe siendo Jesús. Hay que empezar por ponerle en el centro para que me vaya invadiendo toda la circunferencia. Y conforme vaya invadiendo la circunferencia yo iré desapareciendo de la misma, que es de lo que se trata.

San Pablo lo llama “matar al hombre viejo”, pero al fin… es el renunciamiento del que hablamos. Cambiar la circunferencia, poner en el centro a Jesús. Ese es el fin último del renunciamiento: descentrarnos y centrar a Jesús.

Un comentario en “Necesitando a sólo Dios

  1. Gracias hermana olga por compartir tan hermosa reflexión.bonito dia
    El dom., 29 de abril de 2018 03:37 AM, Grita al mundo escribió:
    > Madre Olga María posted: “Teresa tiene verdadero empeño en que reine en > sus hermanas únicamente el deseo de Dios del que hablábamos al comienzo. > Porque ese deseo de Dios es, como si dijéramos, el motor, la batería de > donde sale la energía para poder movernos espiritualmente. Ella ” >

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