Un ayuno eficaz

En estos días estamos viviendo la campaña de Manos Unidas en la que el ayuno está presente, aunque no siempre bien explicado ni entendido.

Creo que es bueno detenernos un momento a reflexionar sobre esto: se trata de que un día hagamos un ayuno voluntario, no impuesto por nadie, images-9.jpegcon el fín de solidarizarnos y comprender -aunque sea muy de lejos- la realidad vital de muchos seres humanos, que pasan hambre. Pero hambre de verdad, de la de no tener nada que llevarse a la boca para alimentarse mínimamente y sustentar su vida física. Esta realidad es tremenda y machaca cualquier principio básico de dignidad, porque si no se puede sustentar el cuerpo, difícilmente se va a poder ocupar nadie de la dimensión espiritual del hombre. Se trata de que aquello de que nos hemos privado en ese día de ayuno lo donemos para aquellos que no tienen alimentos y de esta manera concienciar y sensibilizar a la sociedad de esa lacra terrible que es el hambre.

Pero esto del ayuno… ¿sirve para algo? ¿no es algo obsoleto que inventaron curas y monjas hace mil años? Pues no exactamente: la Iglesia nos dice que practiquemos el ayuno y la abstinencia en determinados momentos y, efectivamente, son una práctica antiquísima, pero no solo en el Cristianismo. También ayunan los judíos y los musulmanes… y también ayunan en las religiones orientales, con fines ascéticos siempre. El ayuno no es en sí mismo un fin, el ayuno es siempre un medio.

Y el ayuno físico, el privarnos de ciertos alimentos en determinados momentos, tiene como fin el recordarnos que nos tenemos que privar de otras cosas, ayunar de otra manera: principalmente ayunar de nosotros mismos, ayunar de nuestro egoísmo, ayunar de nuestro desamor, ayunar de todo aquello que no es Dios, que no construye y que hace daño.

Nos escandaliza el hambre -aunque ya tampoco en exceso, porque ya se han encargado los medios de comunicación de anestesiarnos la conciencia y el alma para que no nos duela nada, salvo lo que afecta directamente a nuestro ego- pero no nos escandaliza ni nos hiere el hambre de las almas de tantos seres humanos que vagan por la vida sin un horizonte de trascendencia y sin ser conscientes de su ser espiritual y de su belleza interior… Quizás también sería bueno un ayuno de banalidades y de superficialidad, un ayuno de mediocridad para volver a darnos cuenta de lo hambrientos que estamos en la sociedad actual de amor verdadero, de ternura, de generosidad, de gratuidad, de veracidad, de honestidad… en definitiva: de integridad y de ideales elevados que lleven a la persona al pleno desarrollok-bl-gjilf de sus capacidades intelectuales, morales y espirituales.

¿Por qué no promover también un día del ayuno voluntario de la mentira, del engaño, de la maledicencia, de la caradura, de la falta de respeto, de la pereza, de la superficialidad, del egoísmo, de la codicia…?

Creo que sería maravilloso ayunar de todo eso y concienciarnos de que hay que alimentar también lo más noble del ser humano, que es su dimensión espiritual, el alma que tiene creada a imagen de Dios y capaz para la bondad, para el amor y destinada a la eternidad. Os aseguro que mi experiencia vital me lleva a ver de continuo seres humanos muertos de hambre de trascendencia, de valores, de algo o Alguien por quien merezca la pena vivir y morir si fuera preciso.

3 comentarios en “Un ayuno eficaz

  1. Completamente de acuerdo y es más, hasta que no a paguemos el hambre de Dios y de transcendencia no acabaremos con el hambre física en el mundo

  2. Ayunando así de todo lo que nos mata espiritualmente y también ayunando de los alimentos que aquí nos sobran y a tantas personas les faltan hasta la muerte, nos hace entender el ayuno de Dios. Rompiendo los ayunos sólo con olivas verdes muchos días, Dios te permite sentir y entender su dulzura, te anima a seguir ayunando de todo lo que nos mata y a ellos les permite gustar la dulzura, la vida y la esperanza nuestra antes dejar esta vida. Agrademos pues a Dios.

  3. Donde encontramos esos valores ,que decíamos a los niños del catecismo,nos ayudan a crecer por dentro?Es difícil encontrar gente con una base espiritual, con la que hablar de estos temas. Te tratan desde beata, a ir detrás del cura. La verdad es que no hago ningún caso, pero aveces me pilla en baja forma y me duele.Por eso son tan importantes sus escritos, me ayudan mucho a madurar y esquivar los malos momentos. Gracias

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *