¡Año Nuevo!… ¿vida nueva? Preguntas ante el Niño Jesús dormido

Hemos comenzado un nuevo año: el 2016. Y la gran pregunta que yo me hago en la Presencia del Señor, y mirando al Niño Jesús dormido es: ¿He empezado este nuevo año volcada hacia Él, pendiente solo de Él, preocupada solo por Él? ¿O mi vida sigue siendo vieja, como el año que caducó, sigue siendo caduca, sigue estando centrada en mí misma, en mis cosas, mis deseos, mis sentimientos, mis problemas, mis asuntos, en definitiva, mi egoísmo? ¡Esa es la gran pregunta que me hago y os hago a todos!

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No me canso de mirar esta imagen del Niño Jesús. Desde la primera vez que la vi, me cautivó y, sin dudarlo, me la traje para el convento. De esto hace ya…. más de diez años. En estos diez años, cuanto más miro al Niño, más me gusta, más me habla -aunque está dormido- más cosas me dice… precisamente porque está dormido.

Y observo ese Rostro precioso, con los ojos cerrados, dormido… significando, desde el principio de su existencia, el abandono de Jesús en el Padre, el abandono de Jesús en el amor de su Padre y en la Voluntad de su Padre, que no es otra cosa más que amor.

Y cuando lo miro, digo: ¿soy yo capaz de descansar así? ¿Soy yo capaz de dormir así? ¿O el peso de mis cosas, mis asuntos, mis problemas… mi salud, mis sentimientos… me impiden descansar, es un fardo demasiado pesado? Esa es la gran pregunta: ¿Soy capaz de descansar en Dios? ¿Soy capaz de descansar en el Padre como duerme el Niño? ¿O soy demasiado “responsable”, demasiado importante para poder descansar?

Contemplando al Niño, no solamente veo la placidez con que duerme, también es evidente la pobreza, que queda patente en la desnudez. ¡Está cubierto solo con un pañal! ¿Vivo yo en ese desprendimiento, en esa sencillez, en esa pobreza, en ese despojo y soy capaz de dormir tranquila así de despojada, de pobre y de desnuda?

Y esta desnudez del Niño, cubierto únicamente con un pañal, deja patente otra cosa más: que es Niño, que es Hombre… que es de mi raza, que es de mi carne, que Él es el punto de encuentro entre Dios y los hombres porque Él es Dios y es Hombre. ¡No nos va a bastar la eternidad para agradecer!

Corazones Samaritanos: ¿Dónde estais? ¿Donde están puestos vuestros anhelos más profundos? ¿De verdad vivimos con Él, para Él, vueltas a Él, volcadas en Él, solo en Él? ¿O estamos aquí, de cuerpo presente, pero con el corazón lejos, en otra parte, vuelto a otras realidades o simplemente vueltos a nosotros mismos?

¡La pregunta es para todos! ¿Vivimos contemplando al Hijo de Dios, de verdad vueltos a Él? ¿Vivimos compartiendo su abandono, su pobreza, su sencillez? ¿O vivimos lejos, muy lejos?

27037_y_la_palabra_se_hizo_carne_y___Hoy es, además Primer Viernes de mes. El día del Corazón de Jesús, el día mensual de reparar el Corazón de Jesús… el Corazón del Niño Jesús. ¿caigo en la cuenta y reparo yo que ese Corazón ha venido a los suyos y muchos de los suyos no le han recibido?… ¿He sido yo de los que no le he recibido? ¿O he sido de los que le recibido poniendo condiciones? ¿Le dejo de verdad estar conmigo? ¿Le acojo de verdad o sigo poniendo resistencias?

Primer día del año, primer viernes de mes y del año 2016. Primer día y primer viernes del Año de la Misericordia. Sin duda una fecha «especial» e idónea para  venir de verdad colocar a los pies del Niño nuestra vida, nuestro corazón, e intentar reparar todo aquello que le ha podido causar dolor, pena, tristeza… Es de verdad día de estar con Él y de decirle cuánto le queremos… y de pedirle la gracia de llegar a ser tan pequeños como Él: pequeños en la sencillez, en la humildad, pero grandes de corazón, como fue Jesús desde el primer momento de su existencia en el seno de su madre. Atrevámonos a vivir de una vez por todas y a arrojarnos a Él y a abandonar nuestra mediocridad de una vez por todas.

¡Ya está aquí! ¡Ya ha venido y ya no tenemos ninguna excusa… para no darle todo!

2 comentarios en “¡Año Nuevo!… ¿vida nueva? Preguntas ante el Niño Jesús dormido

  1. Cristo Hijo d Dios vivo, e Hijo del hombre ,para enraizarnos en Tí. Yo deseo ardientemente cuando me dirijo a Tí , cuando hablo contigo, querer hacerme como Tú, generosa d corazón, humilde, para imitarte, y austera d vida. Pero realmente es así?/, sinceramente creo q no!!. Si es un deseo grande, de hacerme una contigo, como Tú ,quieres, como Tú lo deseas. Pero es tan difícil no tener ,sentimientos , problemas, egoísmos, porque tendemos a nosotros y aunque tengamos buenos deseos, luego actuamos según nuestros pensamientos nuestros problemas, y buscamos solución y …cuántas caídas !!! Intentamos solucionarlo por nosotros mismos. Juzgamos y no contamos contigo. Así ,todo lo q hemos hablado en la oración ,se convierte en “agua d borrajas” por no contar contigo. Señor querido!!!! aumenta mi confianza en Tí. Te lo suplico Señor!!!
    Gracias madre Olga, por esta reflexión.

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