«Puso el Señor un signo en mi frente, para que fuera de El no admita ningún otro amante». Estas bellas palabras del Ritual de Consagración de Vírgenes venían a mi corazón y lo inundaban de emoción el pasado sábado cuando -en la ceremonia de la profesión temporal de las Hermanas Esther, Sara, Bernadette y Margarita- les imponía el velo. Fue un momento bellísimo el de tenerlas delante de mí arrodilladas: sentía que el Señor me las entregaba para que se las cubriera y guardara para El.
Fue muy bonito cubrir su velo blanco con el negro de la consagración y retitar el blanco, como despojándolas de su vida anterior y «equipándolas» para una vida nueva perteneciendo a sólo Dios. Con sumo cuidado, como quien envuelve un bello tesoro, las fuí velando (en el más hondo sentido de cubrir y guardar) para Cristo. ¡Qué privilegiada me sentí al haber sido escogida por la Madre Iglesia para grabar ese signo en su frente! ¡Qué emoción y qué gozo tan grandes!
Otro momento precioso fue poner sobre su pecho el Crucifijo. Dentro de mi corazón, al imponérselo a cada una, decía: «Toma, carga con tu cruz y síguele…Si quieres ir con Jesús toda tu vida, toma esta cruz y síguele» Y me sentía feliz y consolada sintiendo que ponía sobre sus hombros el yugo suave y ligero de Jesús, no una carga insoportable, sino un yugo de amor. Era como si Jesús mismo las abrazara pasándoles el brazo por encima del hombro y les dijera: «Vamos, esposa amada y escogida, vamos juntos tu y yo para siempre»
La verdad es que cada momento fue intenso y muy conmovedor. ¡Qué impresión que cuatro personas queridisimas, cuatro hermanas mías, pusieran sus vidas a disposición de Cristo por completo! ¡Qué impresión y qué alegría! Recemos por ellas para que Aquel que ha comenzado en ellas la obra buena la lleve a término.
A Dios sean la gloria y la honra por tan hermoso regalo! Qué Él continúe bendiciendo a la comunidad. Felicidades!!!
¡ A parte de hermosas por fuera !, puedo imaginarme ¡¡ la hermosura que cada una debe vestir por dentro , pues la Profesión de sus Votos es equivalente a la inocencia bautismal que un alma recupera al sólo pronunciarlos !!, tan grande es el significado de la consagración religiosa, que el alma se vuelve sin mancha ante Dios en el momento de decir los Votos. Que El las bendiga a cada una, y el Espíritu Santo las transforme en verdaderas Carmelitas Samaritanas todos los días de su vida.
Este Domingo escuché en la Santa Misa una frase muy hermosa que dice : » lo que separa la distancia, lo une la oración «,…
Hoy experimento vivir esas palabras……
Queridas hermanas : aunque vosotras cuatro estáis en Europa, yo desde la distancia me siento muy unida en espíritu con cada una de ustedes, las siento en mi corazón como si las tuviera cara a cara.
¡ Bendito sea Dios por permitirme conocerlas !, ruego por ustedes, por su perseverancia, por su sí definitivo a Jesús Nuestro Señor.
el mundo las necesita, necesita ángeles como vosotras.
Un gran abrazo, también a nuestra querida Madre Olga María del Redentor.
María Eliana
Felicidades a nuestras hermanas, que Dios nuestro Señor Jesucristo las colme de bendiciones hoy y siempre, un fuerte abrazo en Cristo y María desde México 😉