Se quedó sin cara por mí

 

Nos impacta ver la película de La Pasión de Mel Gibson, o contemplar ciertas imágenes… pero se nos olvida y se nos diluye en la mente y en el corazón que hay muchos lugares y situaciones hoy día en los que Jesús es ejecutado y destrozado, en los que Jesús es de verdad desfigurado, desechado.libros-antiguos-velas-rosas-rosas-correo-tarjeta-postal-219010

Y en esas realidades estamos citados los cristianos -físicamente o de corazón- simplemente para reparar, para acompañar y… ¡para que nos duela! La Pasión de Cristo nos tiene que doler y nos tiene que doler en todas sus manifestaciones hoy en tantos crucificados del mundo actual. No nos podemos quedar indiferentes.

Cuando miramos hacia la historia y contemplamos algunas persecuciones religiosas, a veces se nos viene a la mente de decir “¡qué bárbaros!”, que “¡qué absurdo!”, “¡que no es lógico!”, “¡que no es razonable!”, que “¡qué cerrazón!”… y es cierto ¡Es cierto! Pero… cada uno de nosotros tiene que mirar su propia vida y preguntarse si es lógico lo que hacemos muchas veces; si no nos dejamos llevar de la cerrazón tantas veces; si no estamos destronando tantas veces a Jesús, descentrándolo de nuestra vida y expulsándolo de nuestra sociedad.

Es cierto que físicamente no estuve en el Calvario, el Viernes Santo, pero es verdad que yo estaba allí y que sigo estando ahí, sigo negándole. Y en concreto, en esta España nuestra del siglo XXI, seguimos quitándole, seguimos avergonzándonos de El y borrándole de nuestra sociedad y… ¡cuánto nos cuesta a veces confesarle!; y ¡cuánto nos cuesta dar la cara por Él!… ¡Cuánto nos preocupa nuestra imagen, lo que piensen de nosotros, el concepto en que se nos tenga, la preocupación por no hacer el ridículo!…

¿Os habéis parado a pensar alguna vez que Jesús antes de encarnarse no tenía esos problemas? ¿Y que se encarnó para vivir en primera persona, 20151021140819-huelva-punta-umbriaen su propia carne, el absurdo, la vergüenza, el sentirse ridículo, el desprecio, la mofa, verse desfigurado, ver destrozada su imagen física y moral, porque fue tenido por loco y escarnecido de mil maneras? Todo eso podía haberselo ahorrado ¿sabéis?

Y quiso tener un rostro humano para que yo le pudiera mirar a la cara, para que yo le pudiera mirar a los ojos y Él pudiera mirarme a Mí; para que yo pudiera ponerle Rostro a Dios y tratar con Él como con un igual, como con uno de mi raza, quiso tener Rostro, quiso tener cara, para mirarme a la cara y que yo le pudiera mirarle a Él… ¡y por mí se quedó sin cara! ¡Por mí se partió la cara literalmente! Esa expresión es muy castellana, muy española. Yo me parto la cara por quien haga falta…y ¿por Dios me la parto? ¿Dejo que me la partan?… ¡Él se quedó sin cara!

En el capítulo 53 de la profecía de Isaías, que hemos escuchado muchas veces, nos lo dice claramente: ¡Él se quedó sin cara por mí! ¡Literalmente dio la cara por mí! ¡Ocupó mi lugar!… ¡y se quedó sin cara! ¡Se quedó sin cara propia y adoptó la mía, mi rostro, mi identidad, lo que yo soy, mis pecados y ocupó mi lugar!

Todo eso Jesús lo hizo por amor, por amor al Padre y por amor a mí. Y yo ¿qué hago por Él? Horadar los cimientos de su Presencia en mi vida, de su Presencia en mi comunidad, de su Presencia en mi familia, de su Presencia en mi ciudad,  en mi país… Todos lo hacemos de una manera u otra cuando le negamos… No quiero ser negativa con esto, ni poner una nota de tristeza, pero quiero ser realista.

Si de verdad nos creemos que Él está vivo y es real, que es un hombre vivo, resucitado, con una humanidad gloriosa, pero un hombre, un hombre vivo… Si de verdad me lo creo, yo sé que tiene Entrañas, que tiene Corazón, que tiene sensibilidad y que mi vida le afecta, mi actitud le afecta.

Jesús no es una roca fría, imperturbable. Es un hombre exquisitamente sensible, muy sensible al amor y al desamor. Mi actitud le afecta, mi desamor le hiere, porque por un misterio incomprensible pero a_manarol-aauténtico, real, verdadero, Él anhela mi amor, anhela mi vida, me anhela a mí. Y, si no correspondo a sus anhelos, le hiero, le hago daño.

Es importantísimo que nos creamos de una vez por todas, para ser consecuentes, que cada uno de nosotros le duele a Dios. Pero no le duele a Dios en abstracto, le duele a Dios en Cristo; en el Hombre Cristo Jesús le dolemos.

Por favor, si de verdad nos creemos que está vivo y de verdad decimos que le queremos, que le amamos… ¡vamos actuar en consecuencia! Yo no hago daño a quien amo, yo no hago sufrir deliberadamente a las personas que quiero… no me olvido de las personas que quiero, no las ignoro; están siempre presentes de mi vida, vivo con ellas, comparto mi vida con ellas, las hago partícipes de todo lo mío… ¡no las ignoro! Y por supuesto, intento evitar todo aquello que les pueda causar pena, tristeza o malestar…. ¿Por qué con Jesús  no somos así?

 

Un comentario en “Se quedó sin cara por mí

  1. La sensibilidad de JESÚS está a flor de piel en el SAGRARIO. Al sentirla, nos sale por los poros y necesitamos transmitirla. Algo esencial que necesitamos los cristianos y que depende en gran medida de la vocación pastoral. ORACION!!!!! Gracias.-

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