Lo políticamente correcto

En medio del lío de la formación del nuevo gobierno (que nunca llegó a formarse) y de la movida por la convocatoria de las nuevas elecciones… cada vez que oigo esa expresión de “esto no es políticamente correcto”, me pongo…

El otro día me dijeron que en las relaciones interpersonales hay que ser políticamente correctos y casi me da algo. Pero para no ser terca, ni cerril, ni cerrada desde el principio a cualquier cosa que yo no vea clara, pregunté cómo era eso y en qué consistía y llegué a la conclusión, por las explicaciones que me dieron, de que se trataba de ser falsa e hipócrita.

Las relaciones, más que sinceras, son de apariencia, tempFileForShare_20190923-122550.jpgse es políticamente correcto, todo se hace bien de cara a la galería, pero no hay una relación interior, no hay un vínculo interior con nadie. No hay un afecto, no hay un amor y, por supuesto, no hay profundidad en la relación. El que es políticamente correcto no profundiza ninguna relación, es correcto con todo el mundo, pero no se vincula a nadie ni a nada. Y la confianza mutua no existe ni se valora: si eso es ser políticamente correcto… yo puedo llegar a ser políticamente correcta, pero no me fío de nadie, porque la confianza es otra cosa.

Y si en una relación humana -sea de pareja, de amistad, o del tipo que sea- no hay confianza mutua… ¡no puede haber amor! Y si no hay amor… ¡pues me contaréis qué tipo de relación es!

A parte de que, yo estoy utilizando ahora mismo el término “políticamente correcto”, que hace unos años no existía. Cuando yo era adolescente, nadie hablaba de ser políticamente correcto. Eso se utiliza de veinte años para acá. Cuando yo era adolescente se llamaba a los políticamente correctos con un nombre mucho más real, que recoge el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, que es “hipócritas”. ¡Los hipócritas son los políticamente correctos!

Lo que pasa es que la palabra “hipócrita” nos suena fuerte, muy dura y entonces decimos: “fulanito, es políticamente correcto…” y nos quedamos tan a gusto; y yo digo: “¡Caray! Fulanito es un hipócrita de tomo y lomo”, o sea: un falso de preocupar ¿no? Pero como hemos inventado un eufemismo -los españoles somos expertos en inventar eufemismos- “políticamente correcto”. Pues, pura apariencia, pura fachada, todo corrección… pero en el fondo no hay nada real, nada veraz y nada sólido. Es una cáscara que queda muy bien, pero nada más; es correcto, pero no hay nada.

Huyamos de la hipocresía y regresemos -una vez más os lo pido, amigos lectores- a la sencillez, a la transparencia, a la osadía de ser “simples” y no siempre correctos, pero siempre francos, sinceros y veraces.

Un comentario en “Lo políticamente correcto

  1. Hoy,por desgracia,se vive cara a la galería. Eso de “políticamente correcto”no encierra nada bueno.Así que:eres del bando de los de todo vale,o el de los que “parecen tontinos “nada más lejos de la realidad.Esta sociedad ,enseguida te etiqueta con una u otra calificación. Así que ,a seguir madurando y viendo que en la sencillez y la verdad,todos seríamos más felices.Un abrazo Madre.💕💕💕

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