Es verdad que el testimonio personal es necesario y de hecho Jesús nos manda: “Id al mundo entero” y dad testimonio de mí. Y anunciad el Evangelio. Y bautizad a todos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Él nos dice que lo hagamos. Pero… por mucho que se nos anuncie el Evangelio, por mucho que nos hablen del Padre de Jesucristo, por mucho que nos hablen de eso, es necesario que yo me encuentre con Él y le conozca, que tenga esa experiencia. Eso es algo irrenunciable. Y esa es la gracia que tenemos que pedir para el mundo entero. Y ese es el compromiso. Porque aquí no vale que hablemos de Jesucristo, sino que se trata de que provoquemos encuentros con Jesucristo. Intentar que la gente se dé de bruces con El, que se tropiecen con Jesucristo. Eso es evangelizar.
Uno lo tendrá que hacer en la oficina, otras en el convento, otros en la vida activa, en la vida apostólica… Cada cual en su puesto. ¿Qué es evangelizar? Hacer que la gente se tropiece con Cristo. Hacer que se encuentren con Él. Es el mismo ejemplo de siempre: no vale el estar explicando a qué saben las manzanas. Vamos a poner a todo el mundo a comer manzanas. Cada cual que sepa por sí mismo a qué sabe. Porque nadie puede contar, y nadie puede servirse de la experiencia de otro. Puede servir como palanca, puede servir como ayuda, pero es que mi experiencia es mía y a Dios yo le percibo yo como yo, que soy yo.
Y cada uno le percibe desde su propia situación y desde su propio ser porque nadie es igual que nadie. Luego nadie puede vivir su fe, su filiación, igual que el de al lado. Puede ser parecido, pueden ser carismas muy similares, vidas muy análogas, pero mi percepción de Dios y mi vivencia de Dios…. es una historia irrepetible y única entre Él y yo y aunque os la comparta… pero cada quien tiene que vivir la suya, no sirve el de al lado.
Y yo tengo que hablar a Dios yo. Aunque tú le hables de mí, yo también le tengo que hablar de mí. ¿Por qué? Porque para Dios, que es Padre de verdad, la voz de cada hijo es diferente. Y el modo en que cada hijo tiene de decir “papá” es diferente. Una madre, aunque tenga un montón de hijos, conoce la tos de cada hijo, la risa de cada hijo, las palabras de cada hijo, el tono de voz de cada hijo. Todos la llaman mamá, pero en cada hijo suena distinto, y en cada momento de la vida de ese hijo suena distinto, según lo que esté viviendo.
Lo que tiene que vivir cada uno con Dios, la relación filial, es personal, única e intransferible. Y por lo tanto, irrenunciable. Lo mismo que mi eternidad la voy a vivir yo, y mi eternidad no será igual que la el de al lado, y va a ser siempre nueva, y siempre diferente, mi relación con Dios está en esas coordenadas también.
Nadie va a tener un Cielo igual que el de al lado. Es siempre nuevo. Jesucristo es el eterno viviente y el que hace nuevas todas las cosas siempre. Está continuamente renovándose, sin dejar de ser el que es, pero siempre es nuevo. Cada instante es nuevo. En cada alma es nuevo. En cada sagrario es nuevo, en cada acto de amor es nuevo. Nunca se repite en nada. Y esto es eterno.
Esa es la grandeza de Dios. Y por eso no le podemos abarcar. Si le pudiéramos abarcar y entender… sería un fraude de Dios. No: es de verdad. Y por eso el camino de Teresita nos lleva a esta realidad. Esta es la santidad a la que podemos llegar todos, a la que todos podemos aspirar. Y relativamente, fácilmente, es relativamente fácil llegar. No es imposible.
Que fácil es hablar de Dios con gente que está en la misma onda,compartes experiencias,disfrutas de esos momentos porque son muy enriquecedores.Ahora,te pones a hablar de Dios con otro tipo de gente,sin la más mínima curiosidad por descubrir al JESUS que tanto queremos y es muy triste ,me da mucha pena,se están perdiendo el encontrarse con ALGUIEN que todos deberian conocer.Un abrazo.❤️❤️❤️❤️
Qué descanso saber que Jesucristo hace todas las cosas nuevas “siempre”! Nos caemos cien veces y cien veces nos puede hacer nuevos. Qué tranquilidad sabernos protegidos así!
Buenos dias Madre Olga. Espero que te encuentres bien. Sabes madre ahorita que estoy leyendo lo que escribes , de verdad que me hace reflexionar, ya que aveces quisiera llevarle a Dios nuestro Sr a los que me rodean y cuando no lo quieren escuhar o acercarse a el ,es algo que me pone triste, pero no desfallezco pues creo que Dios nos llama a cada uno de difentes maneras . El siempre esta a nuestro lado y le pido por mi familia y por ti que haces este linda labor. Bonita tarde.