Y VALDEDIOS SIGUE LATIENDO…

Las hermanas y yo hemos recibido en los últimos días mensajes y llamadas mostrándonos preocupación y pena por nuestra posible marcha de Asturias… Respondo a todos: no tenemos ninguna intención de irnos de Asturias, tierrina entrañable en la que se nos ha acogido tan bien y en la que vivimos felices. Es cierto que este verano, desde el mes de julio, estamos consolidando una nueva fundación, una comunidad de hermanas, en Eibar (Guipúzcoa), en el Santuario mariano de la Virgen de Arrate, pero eso no significa que pensemos en abandonar Valdediós. En un instituto religioso -y más si es de reciente fundación, como es el nuestro- es normal y sano que se den nuevas fundaciones y vaya expandiéndose, así que no hay que alarmarse: no nos vamos de Asturias, sino que estaremos presentes en un sitio más, para que “eso” que hace que nos queráisIMG-20180820-WA0423.jpg tanto aquí (sin merecerlo, desde luego) llegue a muchas otras personas de otros lugares.

Este es el articulillo número cien que escribo en la Nueva España, y quiero aprovecharlo para dar las gracias a Dios que me ha permitido, semana a semana ir escribiéndolo, a Angeles Rivero, que confió en mí y me dejó este espacio en el periódico con toda la libertad y el respeto del mundo, y a todos mis lectores, que han tenido la constancia, la paciencia y el cariño de seguirme y de ir leyendo viernes a viernes. Nunca agradeceré bastante los mensajes de apoyo y de aprobación que he recibido sin yo merecerlo. ¡Cuántas cartas y cuánto cariño! Si Dios quiere, pronto publicaremos, en nuestra pequeña editorial, que también nació en Asturias, un segundo libro recopilando el segundo bloque de  cincuenta artículos, porque “Valdedios sigue latiendo” (así se va a titular este segundo volumen) y esperamos que nunca deje de hacerlo ya.

Jamás pensé que algo que empezó sencillamente, como un deseo de todas las hermanas de entrañarnos más y más en la tierra y las gentes de Asturias, acabaría convirtiéndose en una cita semanal de la que mi corazón vive pendiente. Es muy hermoso y reconfortante sabernos tan queridas y apoyadas, tan sostenidas y cuidadas por los asturianos. Es muy consolador escucharos decir que sois un poquito mejores desde que nosotras hemos venido. Es reconfortante, pero es mentira: sois mejores porque sois buenos, y lo bueno tiende a ser mejor a poquito que se le empuje, y los asturianos sois así: hay un corazonazo grande dentro de cada IMG-20180820-WA0429.jpguno. Nosotras, lo único que hemos hecho, ha sido daros cariño y ayudaros un poquillo a descubrir todo lo noble y bondadoso que tenéis dentro. El trabajo ha sido mínimo, pero el resultado es enorme y muy precioso: ¡cuánta gente buena nos hemos encontrado a cada paso…! Hemos sembrado un poco de cariño con mucha alegría, y hemos cosechado toneladas de cariño y de gratitud.

Permitidme que dé públicamente gracias a Dios, desde aquí, por tanto bueno como nos ha dado ya en Asturias y que deje en sus Manos el fruto y el futuro de estos artículos. Seguro que nos queda mucho por recorrer juntos para seguir cambiando y mejorando poco a poco nuestros corazones y el mundo en el que estamos. Os quiero de verdad y os llevo en mi corazón: mis lectores y lo que os voy a decir cada semana, sois ya parte de mi vida, de aquellas cosas sobre las  que dialogo con Jesucristo en mi día a día. Esto último… para algunos puede resultar extraño, pero es la forma que tenemos las monjas de querer mucho y de cuidar lo que de verdad nos importa: comentándolo con Jesucristo, el Señor. Nunca os olvidéis de que -aunque intente no ser monjil- soy una monja. Os quiero.

7 comentarios en “Y VALDEDIOS SIGUE LATIENDO…

  1. Gracias Madre por tantos momentos :Escritos,orales,audios y sobre todo “presenciales” No me canso de darle gracias a Dios todos los días por ponerlas en mi camino,para mí son un regalazo del Señor.Gracias Madre,gracias Samaritanas,por vuestro cariño y cercanía.Un abrazo.

  2. Sigan adelante, madre Olga, sembrando Amor, Alegría y Esperanza, y así no importa que sea monjil y mucho menos monja. Jeje! Muchas gracias por su “sí”!

  3. Mi más sincera felicitación… Parece un milagro . Yo conocí a la M. Olga cuando estaban en Medina y no había empezado a llegar este regalo de tantas vocaciones….En unos años, esto es una maravilla….Me alegro muchísimo!!

  4. no es untad monjil, es una MONJA, esposa de Jesucristo. Cuando lo escriba póngalo con mayúsculas y cuando lo diga, que sea a pleno pulmón. Además de una MONJA es usted un alma de Dios, pues de lo contrario mi corazón no se hubiera conmovido leyendo sus escritos, eso ha sido por algo. Se lo he dicho muchas veces, pero no sé por qué sigo haciéndolo, no puedo por menos, nunca me había pasado nada igual.
    Daría cualquier cosa por conocerla personalmente, por un rato de conversación……
    GRACIAS MADRE OLGA. Mi “conversión” ha venido sin duda de Dios, pero usted ha sido el camino por el cual EL ha llegado a mí.

  5. Que suerte tie en los asturianos de contar con ustedes. Aquí en Andalucía, en un pueblo de Jaén, Vva del Arzobispo hay un monasterio. Dedicado a la V de la Fuensata, los monjes trinitarios eran sus guardes es, pero hace un año se fueron por falta de vocaciones. Si Dios quisiera que ustedes se vinieran aquí. Sería una bendición de Dios para la comarca.

  6. Buenas tardes madre Olga María. Espero y se encuentre bien usted y sus hermanas. Gracias por compartirnos cada día tan hermosas palabras de Dios nuestro señor. Saludos. Desde la Ciudad de México.

  7. Mi Querida Madre Olga:
    Nunca tengo palabras suficientes para expresar todo el bien que las Hermanas Samaritanas han hecho y siguen haciendo en mi vida, en especial usted querida Madre, ¡ siempre tan cercana ! por encima de cualquier distancia, una logra percibirla cerquita, ¡ siempre amiga !, ¡ siempre madre ! …. siempre sabia en sus consejos, con la palabra justa, y que me hace reflexionar hasta llegar a la médula de las cosas… Dios se nos acerca a través vuestro, El sabe que puede proyectarse hacia el mundo a través de su alma cristalina…
    Yo sólo sé decirle gracias por todo lo que nos entrega día a día, mis palabras son pobres, pero me valgo de ese “gracias ” sencillo, que bien sabe Dios conlleva en sí todo mi corazón, lleno lleno de grandísimo afecto.
    Le mando un gran abrazo querida Madre Olga María.
    Su siempre agradecida
    M.Eliana

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