UN CORAZON TEOLOGAL

Y llegamos, por fin, a la conclusión del curso, que es extensa, pero ya estamos en la conclusión: trata sobre el corazón de la Iglesia. El camino de la infancia espiritual desemboca siempre en una transformación de la persona.

Y la transformación que perseguimos es, principalmente lograr un corazón teologal. Eso ¿qué es? Suena a chino pero en realidad es muy simple. Es una conversión profunda de todo el interior de la persona. No es ninguna cosa extraña. Una conversión profunda que se va dando bajo el influjo del amor misericordioso y por el movimiento de abandono.

Lo que pasa que se va dando insensiblemente. La persona a la que le va sucediendo no se entera, es algo que acontece paulatinamente. Es una transformación y quien es objeto de esa transformación no es prácticamente consciente de ella. Son conscientes los que están alrededor y… hasta ciIMG-20180815-WA0464.jpgerto punto, porque es algo muy interior de esa persona y se traduce en una simplicidad de vida, por eso que no se aprecia nada extraordinario. De hecho, cuanto Teresita murió no sabían qué decir de ella. Murió a los veinticuatro años, como sabéis, había vivido casi nueve años en ese Carmelo, y las monjas no habían percibido en ella nada excepcional. Que era una buena hermana, que era muy amable, que era muy servicial… pero no sabían qué decir de ella.

De hecho tenían que escribir la reseña biográfica, como es costumbre escribir en el Carmelo cuando se muere una monja, y se quedaron todas a cuadros como diciendo: ¿Y qué escribimos, qué decimos?

Y resulta que las monjas, que para eso solemos ser… tenemos fama de ello, de tener antenas para todo… pues estas buenas monjas habían tenido en su casa a “la santa más grande de los tiempos modernos”, una doctora de la Iglesia impresionante, y no se habían enterado. Había pasado totalmente desapercibida.

Hay otra frase de Teresita célebre, muy célebre, que a mí me impresiona muchísimo, con la cual se demuestra que era hija de san Juan de la Cruz que es: “Me apasioné por el olvido”. Y efectivamente, fue real. Porque cuando ella se murió no sabían qué decir de ella. Gracias a Dios dejó escrita la Historia de un alma y cuando se pusieron a leer aquel manuscrito… se quedaron estupefactas, porque nadie sospechaba toda la vida interior que tenía aquella hermana tan joven, tan buena, tan amable, pero tan  normalita. Sí: una buena monja, pero santa… ¡para nada! y la santa más grande de los tiempos modernos… mucho menos. Y la patrona de las misiones universales tampoco. Y doctora de la Iglesia menos. No lo sospechaban. Siempre callada, siempre en silencio, siempre sonriente, siempre amable… Bien, bien. Una buena monja, pero nada más. Ella se apasionó por el olvido y logró que la olvidaran, que no la tuvieran en cuenta.

Ella llevó su propia doctrina al grado más alto y lo demuestra. Llegó a vivir, IMG-20180813-WA0174.jpglo que vamos a ver a continuación: el corazón teologal. Lo que pasa que fue muy difícil de descubrir. Se descubrió después, a través de sus escritos y las monjas que iban diciendo, como las anécdotas que habían vivido con ella, las cosas que habían vivido con ella… se fue descubriendo, en medio de toda esa simplicidad, la hondura y la profundidad de la santidad de Teresita.

Pero pasó totalmente desapercibida, aunque sabemos que ella era consciente de que era una santa y de que, cuando se leyeran sus manuscritos iba a haber un huracán de gloria. Eso ella lo predijo. De hecho, cuando estaba en su lecho de muerte les dijo a sus hermanas que recogieran parte de su cabello, parte de las uñas que le cortaban, y cuando le preguntaban por qué y les decía: “Porque os servirán para hacer regalos”. Y efectivamente fue así.

Después de muerta no sé qué harían con las uñas de Teresita, pero como reliquias están. Y los huesos también, su cabello. Todas las cosas que ella tuvo. Ella era consciente de eso. De que cuando se fuera… De hecho a la madre Inés se lo dijo: “Cuando yo me vaya no vas a tener tiempoIMG-20180815-WA0038.jpeg de estar triste porque va a tener mucho que hacer conmigo”. Ella era consciente de eso. Efectivamente la madre Inés recibía miles de cartas al día.

Escribían de todos los lugares del mundo porque en muy poquito tiempo la Historia de un alma fue difundida por el mundo entero, traducida a muchísimos idiomas y todo el mundo quería escribir al Carmelo de Lisieux y escribir a la “madrecita” de Teresita, a la madre Inés. Ella era consciente de todo esto, pero no alteró para nada su vida. De cuando en cuando dejaba caer alguna perla, y como suele suceder en estos casos… las que estaban alrededor se enteraban de lo que ella decía, lo entendieron después de muerta. Y ella era consciente de ser una gran santa, de estar inaugurando un camino nuevo, pero no… siguió por su camino sin alterarse.

Un comentario en “UN CORAZON TEOLOGAL

  1. Gran ejemplo Teresita!
    Necesitamos tanto entregarnos hoy al Amor misericordioso para simplificar nuestras vidas…
    Gracias por seguir animando nuestro andar!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *