Salir de uno mismo

Dice Teresita: “Hay momentos en que se está tan mal con una misma que hay que apresurarse a salir de ahí. No veo otro medio a ello que el ir a visitar a Jesús y a María corriendo a las obras de caridad”. Salir de uno mismo.

Cuando uno tiene propensión a centrarse en sí mismo tiene que salir de uno mismo con obras, porque el pensamiento si no… vuelve. Y vuelve, y vuelve. Entonces la mejor manera de olvidarse de uno mismo es hacer algo bueno por los demás. Obras buenas por los demás. Servicios a los demás. Obras de caridad.

Porque si estoy triste y quiero salir de mi tristeza, es muy difícil, por mucho que yo quiera… y si no me pongo a hacer algo voy a volver rápidamente a entrar en mi bucle, porque nuestra condición humana es así, la mente vuelveIMG-20180715-WA0483.jpg al mismo punto. Para evitar que vuelva hay que ocupar la mente y el corazón en algo que nos haga salir de verdad de nosotros mismos, como son las obras de servicio y de caridad.

Esto es lo que hay que hacer. Pero muchas veces, evidentemente no lo hacemos. En ese caso ¿Qué pasa? Si me ha vencido la naturaleza y no me he refugiado en seguida en los brazos de Dios, lo primero que hay que hacer es no desalentarse.

No pasa nada, hemos metido la pata, la próxima vez lo haremos mejor. No desalentarse. Lo primero, no desalentarse. Toda caída tiene que llevarnos a Jesús y nuestra mayor victoria no es no caer -otra cosa que entendemos mal- sino ser capaces de ofrecer al instante nuestras caídas. Entonces es mayor el bien que si no hubiéramos caído. Le proporcionamos a Dios una alegría enorme. Pero lo trágico de verdad es caer y permanecer en el suelo.

Lo más importante no es caerte, sino que te levantes y vayas corriendo a Dios. Como te has caído tienes que ir a Dios. Te has caído y te duele aquí o allá… lo más tremendo es caer y quedarse en el suelo. Podemos hacer de la caída un trampolín hacia Dios.

Lo que ante todo nos importa en la vivencia del abandono -que es en lo que estamos- es la cumbre. Ofrecerse a Dios en el estado en que se está. El que sea. He aquí a la disposición a la que es preciso llegar. Lo mismo al comienzo que al término de la vida espiritual. Da igual en qué punto de la vida espiritual estés. Lo que importa es llegar siempre: ofrecer lo que sea, la circunstancia que sea, ofrecerla siempre. No quedarnos nunca en nosotros mismos.

Para volver a Dios y ponerse del todo en sus manos muchas veces, por no decir siempre, es necesaria una larga educación. Hay que recorrer el camino sin cansarse, porque el caIMG-20180720-WA0164.jpgnsancio es otro de los problemas serios, de las dificultades de la vida espiritual.

– Es que lo he hecho tantas veces y ¡me vuelve a pasar!

– Bueno, pues otra vez más.

– Es que siempre tengo que confesarme de lo mismo y vuelvo a caer.

– Pues otra vez más.

Ya lo dijo el Papa Francisco al inicio de su pontificado: que Dios no se cansa de perdonar, que solemos ser nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, y nos cansamos nosotros mismos. Hay una frase del padre Tomás Morales, que decía: “No cansarse nunca de estar empezando siempre”.

 – Es que voy siempre al mismo punto de partida.

– Pues estupendo. Por lo menos estás en el punto de partida. Es mejor que si no estás en ningún sitio.

No cansarte nunca de empezar cada día. Hoy empiezo. Ya. Ahora.

Hay que volver a empezar, sin cansarse. Porque Dios sí que podía estar cansado y no se cansa. El cansancio es uno de los enemigos más grandes de la vida y del progreso espiritual.

 

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios en “Salir de uno mismo

  1. Gracias madre Olga. Pongo en las manos de Dios mi. Ca sanción.
    El sáb, 21 de julio de 2018 05:38 AM, Grita al mundo escribió:
    > Madre Olga María posted: “Dice Teresita: “Hay momentos en que se está tan > mal con una misma que hay que apresurarse a salir de ahí. No veo otro medio > a ello que el ir a visitar a Jesús y a María corriendo a las obras de > caridad”. Salir de uno mismo. Cuando uno tiene propensión a c” >

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *