Y la pregunta es: la New Age… ¿qué es y a dónde nos conduce? ¿Es en realidad la religiosidad del nuevo milenio? ¿Es la manera de vivir la fe del nuevo milenio? ¿O qué es?… Al final vamos a ver la conclusión de lo que es. Yo creo que es la última y definitiva batalla de Satanás contra la Iglesia. O sea, eso es la New Age: es el último coletazo del mal contra la Iglesia en los últimos tiempos que estamos viviendo. ¡Es de una perversidad impresionante! Pero ya lo veréis, lo vamos a ir viendo a lo largo de estas páginas.
Lo cierto es que en el siglo XXI -ya a finales del XX y lo que llevamos del XXI- en el momento en que estamos ahora mismo, hay algo que define los tiempos actuales, una característica esencial de estos tiempos, que es el sinsentido de las cosas.
Si tú hablas con la generalidad de las personas -sean creyentes o no creyentes- si ahondas un poco en la conversación, no hablas del tiempo y de las palomitas de maíz, sino de algo un poco sustancial… y si el interlocutor es sincero también, en la conversación llegas a un punto en que la mayoría de las personas reconocen el sinsentido de su vida, que no encuentran un sentido a la vida, un sentido último, profundo, definitivo… a su propia existencia. Hay un vacío profundamente arraigado en las personas, un vacío existencial, que está originado principalmente por cuatro causas, que son los cuatro cánceres del tiempo actual:
- El mito de la ciencia y de la técnica
- el materialismo-hedonismo-consumismo
- el relativismo
- la secularización
Esas cuatro cosas son los pilares en los que las fuerzas del mal se apoyan para destruir al hombre, para intentar destruir -pero no lo van a conseguir- la Iglesia, la fe en Cristo, la fe de los cristianos. Pero, en principio, sí que están destruyendo al hombre, haciendo muchísimo daño a muchas personas.
A la Iglesia no, porque tenemos la promesa del Señor de que no la van a vencer, por mucho que la combatan, pero a muchas personas, las están haciendo fostatina estos cuatro factores que imperan -porque ya imperan, no es que estén presentes simplemente, sino que imperan- en la sociedad, sobre todo en la sociedad occidental del siglo XXI.