PRACTICANDO YOGA CRISTIANO

Me preocupa que cada vez hay más personas que se acercan al monasterio buscando un espacio apropiado “para meditar y hacer yoga”. Cuando llegan con esta copla, según lo veamos… les decimos algo, les damos una explicación, o simplemente les decimos que no, que este no es el lugar adecuado.

Algunos arguyen que es un ejercicio magnífico que les viene muy bien, que es muy saludable y que el entorno de Valdediosphoto-2.jpg es envidiable para eso y tal y cual… y ya ahí… sí que nos lanzamos a explicar primeramente que el yoga no es un ejercicio físico y -a continuación- que el monasterio no es un gimnasio.

Considero que es importante tener las ideas claras y no lanzarse alegremente a cualquier cosa, porque no todo es lo que parece. El yoga no es un tipo de gimnasia, no es aerobic, ni fitness. El yoga es una práctica religiosa hindú, que me merece todo el respeto y consideración, pero que no es lo que parece, y lo que me preocupa es la inconsciencia con que se manejan estos temas.

No tengo nada en contra de quienes practican yoga, ni mucho menos, pues cualquier creencia religiosa me merece respeto, aunque yo sea católica y no la comparta. Lo que me preocupa es la manera en que se mezclan creencias, términos, conceptos… y no estamos hablando de modas, coches o un tipo de peinado, sino de cuestiones trascendentales que marcan la vida de las personas. No estamos hablando sólo de una disciplina física limitada a realizar ciertas posturas o ejercicios IMG-20180525-WA0034.jpgrespiratorios. Tras la palabra yoga se encuentra una milenaria filosofía que implica una manera de vivir muy concreta, no cristiana, y por eso no prestamos para esos fines el monasterio. Principalmente porque este es un monasterio cristiano y católico.

Ya la cosa llega al colmo cuando aparece una señora tratando de convencernos de que ella practica yoga cristiano porque lee las Bienaventuranzas y el Himno a la Caridad de San Pablo mientras practica la postura del loto o cualquier otra asana. Son incoherencias y absurdos: mezclan cosas que no se complementan y no tienen nada que ver, e incluso pueden ser frontalmente opuestas. Para que me entendáis: sería como tratar de jugar al fútbol calzando aletas de buceo. Un cristiano dirige su vida a una cosa muy concreta, que es la vida eterna, mientras que un hindú se prepara -y el yoga es uno de sus medios para ello- para reencarnarse en una vida mejor. Esto… sólo como botón de muestra, que después hay mucho más, muchos otros aspectos incompatibles con el cristianismo.

No estoy juzgando otras religiones, ni descalificando a nadie, pero creo que es importante que en la vida hagamos opciones serias y responsables, sin frivolizar cosas tan trascendentales. Insisto en lo importante que es informarnos bien de lo que hacemos, para actuar responsablemente y con conocimiento de causa. Me preocupa cómo banalizamos lo más sagrado y la inconsciencia con que tratamos nuestra interioridad y nuestra religiosidad, así como la de nuestro entorno. Es hora de plantearnos con seriedad estos temas, para tratarlos con el debido respeto.

 

2 comentarios en “PRACTICANDO YOGA CRISTIANO

  1. Me encuentro gente todos los días que tienen estos caos totales en sus cabezas, lo mezclan todo, y no tienen ni idea de nada, y lo malo es que todo les vale, y cuando intento expresar mis creencias de forma coherente, se hace un silencio incómodo y te miran cómo si fueras un extraterrestre, y si dices que eres católico, te etiquetan y te tachan para siempre.

  2. Dios es Dios, allá donde se le invoque y es una Verdad Absoluta que trasciende incluso a las religiones. Estas son fruto de una revelación, tradición o cultura.
    Si hubiéramos nacido en India, probablemente seríamos budistas y trataríamos de alcanzar el Nirvana, que no es otra cosa que ser uno con el Dios del universo, como para los Cristianos gozar de la presencia eterna de Dios.
    Dios está en el corazón del ser humano, lo llamemos Yahvé, Allah, Vihsnú… A nosotros esa Revelación nos ha llegado a través de Jesucristo, hijo de Dios.
    Pero Dios no puede ser más que uno, por lo que las religiones muestran su verdad tal y como les ha sido revelada.
    Todas ellas tienen en común orientar a sus fieles hacia el bien, hacia la bondad humana, hacia la esperanza de un vida más allá de la muerte.
    Hace unos días estaba sentado con un amigo tomando café y hablando de la verdad absoluta.
    Estaba sentado en frente de mi y le pregunté de que color era mi taza, él me respondió sin vacilar “blanca” di la vuelta a la taza y por mi lado se veía un franja de color.
    Los dos teníamos razón, pero nuestra visión de algo absoluto (en este caso la taza) era parcial y estábamos más cerca de la verdad absoluta cuando integramos nuestras verdades parciales y aún así no fuimos capaces de conocer la esencia de la taza (su composición interna, granulometria, resistencia, etc.)
    Dios infinito, es necesariamente un misterio para nuestra mente humana, ciertamente limitada. Sólo tenemos las visiones parciales que nos han sido reveladas.
    La meditación budista es también un medio para llegar a Dios, aunque es cierto que resulta un poco extraño hacerla en un santuario católico, tanto como celebrar una misa en una mezquita (aunque se haga en la de Córdoba).
    Lo importante es llegar a Dios, el camino sólo es el medio.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *