Sueños e ideales

Muchas veces -cada día más- me encuentro con personas que pasan por la vida sin grandes sueños, sin ideales, sin nada que les haga vibrar y emocionarse, sin nada que les impulse y les “queme” las entrañas. Quizás yo soy un poco exagerada en eso, pero no concibo la vida sin pasión, sin ilusión, sin enamoramiento, sin “algo” o “alguien” que impulse la existencia y la transforme de verdad en vida. Si no tenemos eso… corremos el riesgo de convertirnos en vegetales, en vez de ser seres humanos destinados a vivir intensamente y con plenitud. A mí eso de convertirme en un pseudovegetal… me causa pánico. Creo que lo más triste del mundo es pasar por la vida sin vivir, sin amar, sin dejar una huella de humanidad, haciendo bulto y ocupando espacio…

wp-1658531907867

El otro día, viendo una película, recordé una canción que marcó mi adolescencia y me sacudió mucho en mi andadura vocacional cristiana y humana. Me parece hermosa y quiero compartirla hoy aquí para invitaros a la reflexión. El estribillo dice así: “Escala cada montaña, vadea cada arroyo, sigue cada arco iris, hasta que encuentres tu sueño. Un sueño que necesitará todo el amor que tú puedas dar cada día de tu vida, hasta el último.”

Tuve la suerte inmensa de encontrar mi sueño y poder seguirlo; hoy por hoy lo vivo y lo sigo descubriendo y disfrutando, porque ningún sueño se abarca en su totalidad desde el principio: cuando un sueño se “atrapa” y se empieza a hacer realidad, se va desarrollando e integrando en la vida y para ello hay que sortear dificultades y frenos de la realidad cotidiana. Los sueños siempre chocan con la realidad y hay que pelear por ellos.

Querido lector: es necesario pelear cada momento para poder materializar y hacer vida cotidiana tu sueño. No sé cómo explicarme… el sueño y el ideal son inmateriales, al principio existen sólo en el corazón y la mente; hay que sacarlos de ahí y hacerlos reales, vida cotidiana, que dejen de ser idea para ser realidades. Tienen que salir de la interioridad para ser una realidad tangible para todos aquellos que se cruzan con nosotros en el día a día, y eso… requiere pasión y lucha y sobre todo -como dice la canción- necesitará todo el amor que tú puedas dar cada día de tu vida, hasta el último.

1231143-bigthumbnail

Ahora os comparto parte de mi sueño y os invito a que me ayudéis a hacerlo realidad: sueño y peleo por una Humanidad nueva y libre; renovada y liberada por la bondad de los corazones y por el amor, que han de vencer todo egoísmo. Una humanidad en la que el Bien sea siempre superior y más fuerte que el mal, el amor que el egoísmo, la humildad que la prepotencia. Una humanidad en que los gestos de amor y de bondad sean el lenguaje más utilizado, porque es el idioma más universal y además las palabras tienen poca consistencia y se las lleva el viento. Una humanidad en que se considere el servicio como el mayor privilegio, y la sonrisa como el mejor galardón… esto es parte de mi sueño, pero no depende sólo de mí, y necesito la ayuda de todos: necesito “todo el amor que todos podamos dar, cada día, hasta el último”. No vale desalentarse ni dejar que el ideal pierda brillo.

2 comentarios en “Sueños e ideales

  1. Aquí está la Madre haciéndonos partícipes de su sueño, del sueño de cualquier persona que tenga los pies en la tierra y el corazón en el cielo.Gracias Madre Olga por enseñarnos el camino que lleva a Jesús.Un abrazo.

  2. como dice Santa Teresa de Calcuta… si tu cambias, el mundo cambiara. Y yo madre haré mi parte para que volvamos realidad el sueño que queremos. Un beso desde Venezuela. rezo mucho por ustedes!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *