¿Homosexualidad o perversidad?

 

Esta semana estamos viviendo en España un episodio para mí tristísimo: el de hacer de Madrid el centro mundial de algo que me parece patético, degradante y deshumanizante. Como española me entristece y me avergüenza. No es un tema para estar todo el día rasgándose las vestiduras -aunque insisto en que es absolutamente bajo e indigno- sino más bien para rezar y tratar de compensar ese mal con el testimonio de una alegría sana y limpia, auténtica y respetuosa, que no insulte a nadie.

`ñfvñQuizás lo primero que hay que dejar bien sentado es que no debemos generalizar y hemos de tener en cuenta que con los homosexuales pasa como con los heterosexuales, que dentro de ese grupo humano hay de todo: gente sensata y delicada y gente perversa, irrespetuosa y maliciosa. Lo que está sucediendo en Madrid no es cosa de los homosexuales, sino de los homosexuales perversos aplaudidos y secundados por heterosexuales igual de perversos, así de claro.

Ha sido enriquecedor para mí conocer a personas homosexuales y comprobar que -por encima de esa realidad- en ellas se encierran grandes cualidades, grandes valores y mucha bondad. Ser homosexual no significa necesariamente ser promiscuo, vicioso y depravado, pero tristemente los defensores del orgullo gay han logrado que se tenga esa imagen de la homosexualidad: la de la depravación y la perversidad. Sé y me consta que muchos homosexuales que viven sin estridencias y serenamente su realidad, detestan y se avergüenzan de esa actitud depravada que en absoluto les identifica: lo lamentan y no quieren que se les incluya sistemáticamente en ese colectivo que no respeta a nada ni a nadie.

Yo no puedo entender que en muchas ciudades españolas cuestionen las procesiones de Semana Santa y cada vez pongan más dificultades porque no se puede cortar el tráfico para “no dificultar la vida de los ciudadanos” y para “no herir la sensibilidad de los no cristianos, que pueden sentirse ofendidos” y que después corten el tráfico del centro de la capital de España y financien con dinero público obscenidades y espectáculos de ese calibre, que hieren la sensibilidad de muchos cristianos y también de muchos no creyentes que tienen principios morales sólidos y profundos. La sexualidad no debe instrumentalizarse, ni tratarse de manera vanal e irrespetuosa. Es un aspecto de la persona humana que debe vivirse en la esfera de lo privado y de la delicadeza extrema, porque atañe a la intimidad más profunda del ser humano. No me parece de recibo traficar con ella y prostituir todo lo más sagrado que a ella va ligado: el amor, la entrega, la fidelidad…

imagesUna cosa es la identidad sexual de una persona, que debe ser tratada con todo respeto y sin discriminación, y otra cosa es que se enarbole eso para herir y ridiculizar y en definitiva para blasfemar, para ofender a Dios y los sentimientos de muchas personas que también tenemos derecho a ser respetadas en nuestras convicciones religiosas y morales. Una cosa es que se les respete y no se les margine y otra cosa es que se ensalce la homosexualidad como si fuera lo mejor y lo más alto y esto se haga a costa de pisotear de la manera más soez todo lo que para muchos es sagrado. Hay que distinguir entre la defensa de los derechos de los homosexuales y el ataque despiadado y bárbaro al pensamiento y sensibilidad católicos. En Madrid en estos días hay muchísimo de lo segundo, y muy poco de lo primero, porque socialmente, en estos momentos, ya no quedan derechos que defender; han logrado prácticamente todo lo que querían a excepción de una cosa: que se valore a la persona homosexual. Han conseguido que el término homosexual quede ligado, en la cabeza de cualquier persona medianamente normal -no hablo de curas y monjas- a palabras como degeneración, depravación, vicio y barbarie. ¡Qué pena! ¿no?

7 comentarios en “¿Homosexualidad o perversidad?

  1. Gente seria, buena, formal, con valores que deberíamos de tener todos: homosexuales y heterosexual , hay de los dos bandos.El problema creo viene dado de las nuevas ideas de libertad, que palabra tan bonita y que mal uso se hace de ella.Confunden la libertad con el libertinaje, así nos va .Ahora que a los cristianos nos dan por todos lados, vamos a tener que salir nosotros con el orgullo cristiano. Un abrazo.

  2. Estoy de acuerdo Madre Olga, y me entristece profundamente que hagan tanta publicidad de este hecho, es evidente que en este colectivo como en cualquier otro hay gente honesta, gente buena (yo también por mi profesión he conocido muchos y de casi todos guardo muy buen recuerdo y afecto,pero precisamente estos no estarán en este circo mediático que intentan vendernos como lo “mas” a Dios gracias.

  3. Buenas tardes.
    Soy una muejr cristiana, creyente y participo en la Eucaristía siempre que tengo ocasión. Soy lesbiana. No pega, ¿verdad? Pues sí, existimos. Y participo en el orgullo gay de mi ciudad y de la ciudad de Madrid siempre que puedo. Llevo una vida estable, tengo estudios, trabajo, me alejo de cualquier habito tóxico y peligroso para mi salud, tengo una pareja a la que amo y le soy fiel; no considero, por tanto, ser una persona perversa, promiscua ni mucho menos, con una anomalía. Pero participo en este tipo de eventos. ¿Cómo puede ser? Aquí viene lo mejor: ese circo mediático creado por gente depravada y perversa es tan necesario para mí como el aire que respiro. Hará que sea hoy y el día de mañana, que mi vida sea tan digna como la de cualquier persona, así como la de mis hijos si algún día los tengo, Dios quiera que así sea.
    Entiendo vuestra posición y me alegro muchísimo de que hayáis tenido buenas experiencias con personas del colectivo LGTBI, pero el objetivo de mi comentario es mostrar la cara menos conocida del orgullo: la reivindicación. La celebración del orgullo LGTBI es fiesta, es la celebración de los logros conseguidos a costa del esfuerzo (y la propia vida) de muchos, pero también es reivindicación de los derechos que aún, tristemente, faltan por conseguir. Ojalá, como afirmáis, ya no quedasen derechos que defender… Ojalá, a día de hoy, el respeto hacia la persona pudiera establecerse ante la ley en el mundo laboral, a la hora de formar una familia que se ame y se respete, cuando acudimos a citas médicas en nuestro respectivo centro, cuando los más jóvenes intentan ser ellos mismos en sus centros educativos sin ser insultados ni agredidos por ello. Ojalá hace unos meses uan chica transexual no se hubiera quitado la vida por este mismo motivo. Ojalá hace unas semanas ni hubieran agredido física y verbalmente a dos chicos en mi propia calle por caminar de la mano. Ojalá en las propias fiestas del orgullo de Madrid un chico no hubiera recibido un puñetazo en la cara por ser homosexual. Ojalá mis hijos no tengan que ver todo esto el día de mañana.
    No pertenezco a ninguna asociación ni colectivo LGTBI con sus valores e ideales, todo esto que escribo (y lo que me dejo en el tintero para no aburrir…) lo he vivido, lo he experimentado y lo he aprendido durante mi jóven vida.
    El respeto es lo que nos hace iguales; ni el anomalismo, ni la promiscuidad, ni el sentirse apartado de la ley lo logra. Como hijos e hijas de Dios, es la base que deberíamos aplicar para amarnos los unos a los otros.
    Muchas gracias por vuestra atención.
    Un saludo de una persona con esperanza.

  4. Muchísimo me cuesta comprender este tema, ¿ qué es lo que realmente a sucedido con el ser humano ?.
    …. como católica tengo la más profunda convicción de que hemos sido creados a imágen y semejanza de Dios; El nos creó hombre y mujer, y Dios no hace cosas a medias, todo lo ha hecho bien, cada cosa, cada criatura situado en un perfecto lugar y estado…. pues bien, nosotros los seres humanos ahora imperfectos por nuestra naturaleza caída vamos desvirtuando de continuo la esencia de la creación, en tanto que somos pecadores; título o condición que nosotros mismos nos pusimos.
    Aún resuena en mis oidos lo que oí decir a un teólogo :, ” en la libertad radica el problema “, Dios nos hizo libres, pero nosotros no hemos sabido responder a Dios a la altura de su Voluntad, y en vez de ser y actuar conforme a ella, hacemos lo que se nos viene en gana….
    Hoy en día hemos llegado al extremo de la manipulación genética, de matar a los bebés no nacidos, los médicos intervienen en el funcionamiento hormonal como si nada,etc. etc….. podríamos hacer una lista interminable, y peor aún, cada vez más los gobiernos parecen estar de acuerdo con legislar a favor de algunas de estas barbaries, incluyendo los países que se dicen católicos.
    Se ha transformado en algo tan normal ver lo malo como bueno, las conductas erráticas como lícitas y normales, y la bondad y el amor de Dios pasan desapercibidos, sino presurosamente se ocultan, lo santo está ” pasado de moda “, no cautiva, lo atenuamos porque nos interpela, nos estorba, nos deja muy feos ante nuestro mal obrar.
    He conocido gente homosexual, no aceptando su condición y con mucho sufrimiento en el alma, pero también he sabido de otros con un actuar diferente, sin decoro, ambos casos poseen una misma condición, aún con conductas antagónicas, pero me pregunto a qué obedece este fenómeno del ” ser a medias ” o indefinidos ??, lo digo con el debido respeto .
    No me parecería raro el pensar que tanta manipulación esté desviando también nuestra propia naturaleza y comenzamos a nacer en un cuerpo equivocado…. luego el ser nacido no tiene la culpa ?
    Todos los días de mi vida rezo a Dios por los pecados y pecadores del mundo entero, quizás es un granito muy pequeño con el que puedo contribuír, pero en ese granito va mi corazón entero, que late por amor a Dios.
    Reciba un gran abrazo, Madre Olga María, que Dios bendiga !!.
    su agradecida
    M.Eliana

  5. yo puedo rntender a Blanca, cristiana y lesbiana, seguramente serà ella la que no pueda entender a todos los de su colectivo que casi no hacen otra cosa mas que profanar los crucifijos y ofendernos gravisimamente a todos los que no les hemos ofendido en nada, pues reconocemos sus innegables derechos sociales desde hace ya mucho tiempo

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