Sostengo y sostendré siempre, que la vida es una gran escuela en la que nunca acabo de sorprenderme: hace unos días estuve en un encuentro de personas supuestamente creyentes y católicas y al final lanzaron una pregunta que a mí me heló la sangre viniendo de alguien que vive de fe y ha dedicado su vida al servicio de los necesitados. No me escandalizó, pero si me dolió. La pregunta fue la siguiente: “¿Qué le digo yo a un matrimonio joven con dos niños pequeños a los que les faltan os recursos básicos para atender las necesidades más elementales de unos niños? ¿Les digo que Dios es Padre?”
Me sentí herida en lo más profundo de mi ser. A ver… creyentes y no creyentes: ¡Sí! Lo afirmo y lo afirmaré mientras me quede un hálito de vida: Dios es Padre y es Bondad infinita. Eso es así. Y a unos y a otros os pido coherencia. Si no creeis, no culpéis del dolor y el mal que nos circunda a alguien que para vosotros no existe: mirad racionalmente a vuestro alrededor y preguntaos qué le pasa a esta humanidad tan inmanente para ser tan cruel y tan inhumana, tan insensible y tan injusta, permitiendo el dolor de tantos inocentes.
Y los que nos decimos creyentes… ¿Qué derecho tenemos a dudar de la bondad y el amor de Dios cuando nos ha dado TODO en Cristo? Somos tremendamente injustos cuando juzgamos a Dios y le condenamos declarándole culpable del sufrimiento existente en el mundo. Le responsabilizamos a EL de nuestro egoísmo porque contamos con su silencio ante nuestras injustas acusaciones. La única respuesta de Dios a nuestro egoísmo ha sido entregarnos a Jesucristo, a su Hijo amado, y nosotros no paramos hasta que lo matamos…
Dios es Padre y es Padre bueno, y de la misma manera que esos padres biológicos sufren cuando ven a sus pequeños carecer de lo necesario por la indiferencia de los que estamos alrededor -de los humanos que carecemos de humanidad- no de la misma manera, sino mucho más, le duele a Dios comprobar cómo nuestro egoísmo y nuestra dureza de corazón hacen que no veamos a nuestros semejantes como hermanos e hijos del mismo Padre y esto se traduzca en dolor, necesidades y humillaciones. Dios no es el culpable de eso, es el primero en padecerlo, es un dolor inmenso para El. Los responsables somos nosotros y Dios lo sufre y -por supuesto- no lo quiere.
¡¡Basta ya de echar balones fuera y no asumir nuestras responsabilidades y las terribles consecuencias de nuestro egoísmo!! Seamos sinceros y coherentes con nuestra fe o con nuestra falta de fe, pero ni en un caso ni en otro, tenemos derecho a utilizar a Dios como tapadera y excusa, como la cabeza de turco perfecta sobre la que se puede echar todo porque nunca protesta. Le echamos la culpa a El y ya acallamos nuestra conciencia, nos encogemos de hombros y seguimos en nuestro egoísmo y lamentándonos de lo mal que está todo, sin pensar en ello, ignorándolo totalmente “porque el culpable es Dios y es el que debería arreglarlo”, o filosofando a lo tonto sobre el yo cósmico y la realidad ontológica del ser.
Seamos valientes y cojamos el toro por los cuernos, asumamos nuestras responsabilidades, y empecemos a aportar algo útil a la sociedad: unos por coherencia con la fe que decimos profesar y otros por pura humanidad, altruismo que se llama. Que cada uno de nosotros adquiera un compromiso personal para ayudar a alguien concreto en algo concreto. Por ejemplo: hacer una compra semanal a una familia en apuros que viva cerca (esto es muy fácil de encontrar, y si no decídmelo, que yo os doy pistas), comprar las medicinas que pueda necesitar alguien con pocos recursos, acompañar al médico a algún anciano que se vea solo…¡hay tantas posibilidades…! Y después de adquirir un compromiso concreto que me nos obligue a aportar tiempo, dedicación y algún recurso material… hablamos de que Dios no es bueno y es el culpable del dolor del mundo. Mientras no exista ese compromiso concreto… no tenemos derecho a decir ni mu.
Madre Olga María: los cristianos para despertar y orientarse, que lean a JESUS en los Evangelios y despertarán y verán el camino cristiano. Cristianos dormidos; cristianos aletargados; cristianos mundanizados. DESPERTAD TODOS LOS CRISTIANOS QUE JESUS VIVE!!!!! Un abrazo Madre Olga María. No deje nunca de GRITAR AL MUNDO!!!!!
Madre olga, yo oi esa prgunta que le hicieron, y tambien me extraño, pero que bien le contesto usted, me encanto su respuesta.
Pido mucho por su persona y su Mision, Dios la bendiga.
a la carmelita descalza que abrio las puertas a las Samaritanas, todos sus admiradores le ponemos un 10.
Seguro que el Corazon de Jesus la tiene entre sus Esposas predilectas