Ya va a hacer un año que por primera vez visité Valdediós y quiero dar gracias a Dios por todo lo vivido desde aquella primera visita hasta hoy. Valdediós entró en mi vida en el año 2016 y en la capilla de Valdediós, adorando la Eucaristía terminé yo el 2016, uno de los años más importantes y significativos de mi vida.
Doy inmensas gracias a Dios por haberme traído a su Valle y por todo lo que me ha ido enseñando aquí y lo que ha obrado en mi corazón y en mi vida. No siempre ha sido fácil, pero he aprendido que la mayor alegría y la más profunda paz no están en subir, sino en bajar, en bajar al valle de mi propia pequeñez, de mi miseria, de mi nada. La kénosis, el abajamiento, el despojo… la alegría de saberse una pequeñita nada y sólo eso, pero una pequeñita nada en el cuenco de la mano de Dios y SABER con toda seguridad que este Valle es ese Cuenco de las Manos de mi Dios donde el me lleva tatuada, recogida y cuidada con tanto mimo… ¿Habeis visto alguna vez a alguien cuando lleva agua en el cuenco de las manos? Con que cuidado y atención se mueve para que no se derrame… los ojos y toda su atención están fijos en lo que se contiene en el cuenco de las manos… lo lleva sin oprimirlo pero con sumo cuidado de no perderlo. Así ha estado pendiente de mí Dios este año que ha terminado, en el que me depositó con sumo cuidado en ese cuenco-valle que es Valdediós para mí.
No siempre ha sido fácil, pero soy inmensamente feliz y doy gracias a Dios. Valdediós ha sido -y sigue siendo- para mí un cursillo intensivo de confianza y abandono en la Providencia. He aprendido a no dudar de Dios, a confiar y a esperarlo todo de El… excepto una cosa: explicaciones. Dios no las da y no debemos pedírselas. He aprendido a amar lo que El me regala y a no perder el tiempo en lamentar lo que hubiera podido ser pero no fue. He aprendido que esos lamentos estériles hieren más el Corazón de Jesús que muchas blasfemias y otros pecados que nos asustan y nos escandalizan tanto.
He aprendido que la alegría más grande es la de no saber qué va a pasar mañana y comprobar que mañana vuelve a salir el sol y la vida se llena del gozo de ser sostenido minuto a minuto por Alguien que te acaricia en cada acontecimiento y en cada persona buena que se acerca y sentir cómo va llenando el alma de paz.
Voy poco a poco aprendiendo que ser de Dios y estarle consagrada consiste principalmente en tener sólo a Dios y vivir desasida de todo, disponible y abierta. Voy aprendiendo que ser pura pertenencia de Dios significa tener una sola pertenencia y un sólo derecho: sólo Dios y desasimiento absoluto.
En Valdediós estoy aprendiendo la verdadera libertad, la de tener sólo a Jesús, la de vivir desasida de todo y agarrada a solo El… El Valle de Dios es como una inmensa caja de resonancia en la que escucho clarísimamente, atronadoramente, su latir, el palpitar de su Corazón.En Valdediós no se escucha nada más… no hay nada más. Poco a poco van desapareciendo los deseos, se van curando las nostalgias y se empieza a saborear la verdadera libertad y cómo El va haciendo de mi corazón otro valle de Dios, un valle donde El reposa, una inmensa capacidad de Dios, de recibir a Dios, de acoger su Don… ¡¡Gracias Dios mío!!
Valdediós ha significado en todo, aún en lo exterior, el despojo y la pérdida de todo lo que yo tenía y amaba, y al quedarme sin nada he empezado a experimentar una profunda y dichosa libertad, la bienaventuranza de la pobreza y también la de las lágrimas. He heredado esta tierrina asturiana que con tanto mimo me ha acogido y he sido consolada. Pero sobre todo he heredado la tierra prometida que tanto anhelé: su Corazón. Nunca he sentido menos consolación, mayor sequedad y mayor despojo que en este año 2016, pero tampoco nunca he tenido mayor seguridad de estar en la Voluntad de Dios. Valdediós me ha enamorado de la Voluntad de Dios con una pasión insospechada para mí: soy la primera sorprendida de este enamoramiento loco. Todas las Bienaventuranzas las he experimentado aquí. El Sermón del Monte es vida y realidad en este Valle. ¡¡Somos de verdad bienaventuradas!!
Valdediós ha cambiado todas mis perspectivas y apreciaciones, está siendo una escuela preciosa en mi vida. Una de las cosas que me impresiona es que -desde que estoy aquí- celebro cada día la Eucaristía delante del Crucificado y eso… me está haciendo amar la Cruz de una manera insospechada. Mis misas y mis adoraciones antes eran ante el Corazón de Jesús y eran tan mías, tan hondas, tan bellas… Confieso que cuando llegué a Valdediós echaba de menos nuestra capilla y el Corazón de Jesús hasta límites insospechados. Hubo muchos momentos en que todo el contenido de la palabra nostalgia llenaba mi corazón, pero comenzar a comulgar cada día a los pies del Crucificado ha cambiado muchas cosas y muchas prioridades en mi corazón. Siempre he amado la Cruz, pero puedo afirmar que aquí me he enamorado de verdad de Ella.
Jesús Crucificado es mi Amor, mi Esposo, mi Vida, mi Todo, mi Vida inseparable… y El me está haciendo gustar y aprender cómo se ama de verdad, cómo se entrega la vida, cómo se entrega un Corazón destrozado de tanto amar a los hombres. Antes veía los brazos abiertos del Corazón de Jesús y ahora los veo igualmente abiertos, pero clavados al madero.
Cuando llegamos aquí el 30 de junio, en el encuentro con la prensa, uno de los periodistas preguntó qué era lo que más me gustaba de Valdediós. Era una pregunta inesperada, y Dios puso en mis labios una respuesta que llevaba en mi corazón y que hoy corroboro muy serenamente después de haber vivido aquí unos meses muy intensos donde de verdad he palpando y sigo respirando a Dios en cada rincón: lo que más me gusta de Valdediós es que no lo hemos preparado nosotras, sino EL. El nos trajo aquí cuando ni siquiera sabíamos que existía este lugar y este monasterio, y El ha ido guiando cada paso y ha estado presente en cada acontecimiento, en cada persona que se nos ha acercado, en cada trabajo, en cada imprevisto, en cada sonrisa… y en cada lágrima también. El lo ha planeado todo y eso es lo que me hace amar a Valdediós apasionadamente. Es el plan de su Corazón para mí, para estas hermanas, para todas las Carmelitas Samaritanas… ¿cómo no amarlo? Valdediós es un taller de amor en el que Dios está trabajando y agrandando mi corazón hasta límites insospechados y eso me hace inmensamente feliz.
La última gran vivencia de Valdediós ha sido la muerte de mi hermano. El pensó muchas veces venir aquí a visitarme y a conocer mi nuevo hogar, pero no se dió nunca esa oportunidad. Estaba enfermo y no fue posible. Pero después de su muerte están aquí sus cenizas y he tenido el consuelo de acoger a mi madre y cuidarla y acompañarla y -sobre todo- aprender cómo ama una madre, qué fuerte es y cómo se ama y se sufre con magnanimidad y dando prioridad siempre a la felicidad de los demás. No os podeis imaginar lo que he aprendido de mi madre y de su fe en las pocas semanas que ha estado aquí.
¡Qué mujer más grande! ¡Qué regalo me ha dado el Señor al dármela por madre! ¡Qué orgullosa estoy de ella! Pero he tenido que venir a Valdediós y ha tenido que irse mi hermano para saborearla tan de cerca y pasar unas Navidades con ella. ¡Qué misterioso es Dios y qué incomprensible a veces! Pero yo me fío de El. El me ama y El sabe…
Mi querido Valdediós: un año ya en mi vida. Un año de bendición y de despojo, de arrancones y de regalos inesperados. Dios obra en su Valle y le bendigo por haberme traído a él. Lo ha planeado El y eso es garantía de que es lo mejor. ¡¡GRACIAS!!
Amor desbordante…al Esposo.
¡Gracias Señor por tus misericordias!
Bendita sea Madre!Mucho animo!
Me alegro con usted, Madre Olga….Después de tanto dolor por el fallecimiento de su hermano, ahora puede gozar de su madre. Por cierto es muy joven. Que el Señor la conserve así muchos años.
Querida Madre:
Muchas veces no alcanzo a escribir una palabrita para cada reflexión, pero no he querido dejar pasar esta, que me ha conmovido de manera especial, ¡¡ cuánto sentimiento encierra vuestro corazón ! ¡ que generosa de compartírnoslo !! de esa forma una puede también comprender mejor lo que pasa en nuestras propias vidas, quizás hemos experimentado muchas veces situaciones similares a las suyas, en que Dios nos saca de donde nos parece tan legítimo estar, sin embargo El sabe mejor que nosotros mismos qué es lo que más nos conviene … en fin, siempre que obra su Voluntad podemos estar tranquilos, sea cual sea la circunstancia, el momento o el sitio donde quiera que estemos.
Me alegra muchísimo la visita de su querida mamá, y sin duda alguna que su queridísimo hermano la ve allí mucho más que lo que la veía antes, y está a su lado indivisiblemente aún cuando no pueda verle su rostro.
Gracias, querida madre, por todo lo que nos entrega tan incondicionalmente, pues no sólo recibimos buenos consejos sino la entrega misma de su propio corazón, que Dios la bendiga en todo lo que hace, que El acreciente en usted esa fortaleza sin igual que tiene.
Reciba de mi parte un gran, gran abrazo y que espero en Dios algún día no lejano pueda dárselo personalmente.
su eterna agradecida
M.Eliana
Abandono y confianza:
Cuánto nos cuesta a veces; pero cuantos frutos cuando lo practicamos!!
Gracias madre Olga, que Dios la bendiga siempre y a toda su comunidad.Se las echa de menos en Castilla.
DESPRENDERSE y SEGUIRLE, GRITANDO al MUNDO que JESÚS NOS AMA. GRACIAS!!
Gracias Madre por narrarnos sus vivencias hondas y su entrega incondicional a Dios, sus palabras se constituyen en horizonte de sentido y testimonio que grita a esta contemporaneidad, saludos.
Madre que bella experiencia y gracias por compartila con nosotros.
Hermana Olga María Del Redentor
Aunque todos te abandonen . . . Nosotras no
Ahora entiendo . . .
Que jesús la siga cuidando y amando con corazón de hombre
Dios hace que vuestros corazones sean un fertil valle. Sin duda. Y Valdedios es una alegoria de ello. El Corazon de Jesus, de alguna forma os ha puesto a prueba. Y ahora os dulcifica desde su Cruz. Con el mismo Corazon, con los mismos brazos, pero en un abrazo que tuvo sus clavos para todas vosotras. Si esa Cruz os da tanto amor como fuerza ( y parece que eso esta en sus planes)… vuestra » recien nacida» comunidad enraizara desde corazones llenos de Dios a corazones que ansian a Dios ( desde vosotras a las gentes) como fruto en valle fertil. El Valle de Dios. Valdedios.
Os envio un abrazo eslastico que os abarque a todas, a las dos comunidades. No salgais de mi vida. Os quiero. Rezad x mi. Lo necesito.
Fascinante el carisma, la historia, la fundadora de la Orden y ahora la priora. Innegablemente “la palabra convence, pero el ejemplo arrastra”. Dios permita que éste imán religioso viva muchos años, sana, útil, alegre, fuerte y plena de fe y amor. Bendiciones, he enviado correos y no hay respuesta, por favor para saber si realmente llegan, Gracias
el SEÑOR es tu PASTOR…nada te falta…unida contemplando la CRUZ.