Jueves de la Tercera Semana de Cuaresma, feria
- Jr 7, 23-28: Aquí está la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios.
- Sal 94: Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No endurezcáis vuestro corazón”.
- Lc 11, 14-23: El que no está conmigo está contra mí.
Reflexión: Hay una canción que comienza diciendo que “solo hay una cosas importante”, que es escuchar la Palabra de Dios; y, escuchándola y obedeciendo… llegar al final y “contemplar su Semblante”. ¡Ojalá obedezcamos la Palabra y lleguemos a contemplar a Dios cara a cara…!
Que nunca caminemos “según la maldad de nuestro corazón obstinado”. Que nunca tengan que decir de nosotros que somos “la gente que no escuchó la voz del Señor, su Dios”. Es una afirmación tremenda.
Estamos llamados a recoger con Jesús, a estar con Él. Huyamos de la doblez y la ambigüedad. No pidamos a Jesús signos ni señales… fiémonos de su Palabra. Confiemos en Dios sin condiciones, porque nadie como Él merece nuestra confianza…
“Apenas salió el demonio, habló el mudo”. Que cuanto antes salga de nuestro corazón ese demonio que nos impide hablar y gritar al mundo que Dios nos ama con Corazón de Hombre; el demonio de los respetos humanos, del sentido del ridículo, de la vergüenza. Liberémonos de todo eso y posicionémonos claramente y sin ambigüedad, que quede muy claro de parte de Quién estamos, y contra quien estamos.
Oración: Concédeme la gracia de escucharte siempre con un corazón blando y abierto a tu Querer y también la rectitud necesaria para huir siempre de toda falsedad y ambigüedad. Amén.
Escuchar su Palabra, no es sólo del modo oirla, sino más bien ¡hacer con el corazón su Voluntad !
escuchar; implica atención, dedicación a quien me habla, y si Dios me ha hablado no puedo quedar indiferente, El me está pidiendo vivencia de su amor, posesionarme de sus deseos, y dar a conocer lo que quiere de nosotros.
Mientras yo no esté empapada de su Presencia, no seré testimonio, no sabré gritar su amor .
Los cristianos mediocres, anidan respetos humanos, abunda en ellos los prejuicios y el qué dirán ….
¡ Líbrame Señor de ser a medias, ! ¡¡ ayúdame a gritar con fuerzas a través de todo lo que hago, que Tú nos amas con un corazón humano , cercano al nuestro como nadie, que eres Dios, pero que tu Corazón palpita como el nuestro !!
Un abrazo grande, querida Madre Olga María
M.Eliana
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