Mi alma glorifica al Señor

Día 22 de Diciembre, feria

  • 1 Sam 1, 24-28: Ana da gracias por el nacimiento de Samuel
  • Lectura Sálmica: Mi corazón se regocija por el Señor, mi Salvador
  • Lc 1, 46-56: El Poderoso ha hecho obras grandes por mí.

Reflexión: Jesús es el Don más hermoso que el Padre nos podía hacer y los dones más hermosos no se exigen ni se conquistan: se suplican y se esperan… por eso mismo son dones, no son trofeos merecidos. Los dones son gratuitos… Así recibió Ana a Samuel: como un don que había pedido al Señor. Y así hemos de recibir a Jesús: como el Regalo más hermoso que nos podía dar el Padre y -como Ana- subir al templo y agradecer a Dios que “me ha concedido lo que pedí”.

Todo lo bueno que tenemos en nuestra vida lo hemos recibido de Dios. Nuestra misma vida es don de Dios. Es justo que le ofrezcamos a Dios lo que hemos recibido gratuitamente de Él. “Ahora yo se lo cedo al Señor”.

En el Magnificat la Virgen muestra su gratitud por lo que Dios ha hecho con Ella. También se entrega y entrega a su Hijo a los designios del Padre. La humildad de la Virgen hace de su Corazón el lugar predilecto del Padre para que crezca y se encarne el Hijo en que se complace desde la eternidad.

La humildad es la atmósfera necesaria para que se encarne el Verbo en nuestra vida y en esto, como en todo, María es la mejor maestra y por esto –así lo canta Ella- por su humildad la “llamarán dichosa todas las generaciones”.

Oración: Te doy gracias, Padre, por Jesús. Te doy gracias, te bendigo y te alabo por el Don inenarrable que es Jesús. No has podido darme nada más importante, ni más precioso para Ti que Jesús. Te lo ofrezco porque es el regalo más grande que he recibido, lo mejor, y más valioso de mi vida.

Un comentario en “Mi alma glorifica al Señor

  1. Esta mañana, que se me presentaba un día muy agitado y duro por delante…y al abrir la reflexión de la Palabra que hoy se nos regala, al leer ese:» Mi alma glorifica al Señor», me encontré llena de gozo. De ese Gozo que es Jesús mismo, que va viniendo…que ya está entre nosotros.
    «Te doy gracias, Padre, por Jesús. Te doy gracias, te bendigo y te alabo por el Don inenarrable que es Jesús.»
    Gracias queridas Samaritanas por acercarnos cada día a esta agua viva que es la Palabra de Dios, que rocía nuestra alma y vida con su presencia viva y eficaz. Pues lo es.
    Feliz Navidad!! Unidas en adoración ante el Niño que nace.
    Un gran abrazo para toda la Comunidad que se reune estos días.

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