Jueves de la Primera Semana de Adviento

• Is 26, 1-6: Confiad siempre en el Señor
• Sal 117: Bendito el que viene en el nombre del Señor
• Mt 7, 21. 24-27: El que hace la Voluntad del Padre entrará en el Reino de los cielos

Reflexión: Confiemos en el Señor. Él es la Roca. Él es la Roca que viene para que podamos descansar… Él es el Amor de Dios hecho Hombre para que yo pueda fundamentar mi vida en solo Dios…

El secreto está en confiar. Confiar en su Palabra y hacer su Voluntad… Con profunda humildad hay que confiar, porque “humilló hasta el polvo la ciudad elevada, a los habitantes de la altura…”

El que hace la Voluntad del Padre es el que entra en el Reino, es decir: el que permanece abierto a recibir el Reino.

El Reino es Jesús. Jesús es el Reino de Dios hecho carne y ya viene: está en camino hacia nosotros. Él es la encarnación perfecta de los valores del Reino. En el Corazón de Jesús es donde Dios reina en plenitud, donde la Voluntad de Dios reina en plenitud. Y nosotros estamos llamados a edificar en esa Roca firme que es el Corazón de Jesús. Solo quien, como Jesús, ama la Voluntad del Padre puede acoger el Reino que llega. El que hace la Voluntad del Padre -que es siempre amor y nunca otra cosa- acoge el Reino y entra en el Reino. Y lo más grande es que ese Amor del Reino viene, avanza hacia nosotros con el deseo de ser acogido y recibido… ¡Es para saltar de gozo!

Que cada vez que recemos el Padrenuestro durante este adviento y digamos “venga a nosotros tu reino”, lo pronunciemos conscientes de que estamos pidiendo que irrumpa Cristo en nuestra vida. Pedimos que llegue Él a reinar en mi vida, que llegue Él y reine en mí posesionándose por completo de mi ser e instaurando en mí un nuevo modo de vivir según las entrañas del Padre y el Corazón del Hijo: ¡su Voluntad! ¡El Reino!

Oración: Señor Jesús, ¡ven a mí! Abre a tu amor las puertas y ventanas de mi alma y toma posesión de mi ser. Enséñame a confiar y descansar en la Voluntad del Padre, que es el fundamento de tu Reino siempre… Enséname a confiar en su Voluntad como cuando su Querer te llevó a hacer pequeñito, indefenso y débil en el seno de tu Madre. ¡Qué loco eres, Señor! El Reino de Dios viniendo al mundo en el vientre de una mujer… Jesús: de verdad que el amor te ha vuelto loco.