La alegría es vivir Contigo

La alegría, como la felicidad, no es un sentimiento: es un modo de vivir que uno libremente escoge. ¡La alegría es vivir contigo! ¡La felicidad eres Tú, Jesús! Pero para poder ver mi vida junto a Ti como un gozo continuo, como una alegría perenne, necesito hacerme muy pequeña. Si crezco, si me hago grande, empiezo a pensar como los grandes, s13757p1empiezo a razonar como los gigantes, como esas mentes perfectas que todo lo comprenden, que todo lo quieren comprender y controlar… entonces voy a querer comprender misterios que, un alma que ama, no necesita comprender. Voy a salirme de la senda de la pequeñez, de la senda del abandono, me voy a desasir de Ti, me voy a perder, me voy a despistar.

Tú lo sabes y yo también lo sé, Señor, que algunas veces he caído en la tentación de querer entender, de querer comprender… y todo mi alrededor se ha tornado oscuridad. La verdadera felicidad ha inundado mi corazón cuando me he arrojado en Ti, en tu Regazo, con los ojos cerrados y abandono de niño. Ahí he sentido la paz, la plenitud, el gozo de  estar en la verdad, porque estaba en Ti. ¡Pero lo he vivido, no lo he comprendido!

Y cuando me equivoque, cuando cometa errores, cuando haga cosas mal, no voy a ser tan tonta de querer esconderme de Ti, de querer engañarte a Ti y engañarme a mí. No, yo quiero seguirte, seguirte así como soy de pequeña, ¡sin crecer nunca! Sólo siendo pequeña tendré la garantía de poder colarme donde los grandes no caben. Cuando haga cosas mal no voy a ir a esconderme; voy a ir corriendo como un pequeñuelo a decirte: “Mira, lo he roto. Mira, ¡me he manchado!” Con la certeza de que, acudiendo así a Ti, nunca jamás seré reprendida.

Haré como hacen muchas veces los niños pequeños con su madre: “te prometo que ya no lo haré más!” El niño no sabe, MP delaweb oracion por los hijoscuando hace esa promesa -la madre sí que sabe- que lo va a volver a hacer mal muchas veces todavía. Pero a ella no le importa. Ella espera solamente ese movimiento de retorno, ese correr y decir “ya no lo haré más”. A una madre le basta y a tu Corazón también: “ya no lo haré más”. No deseas, Señor, otra cosa para acogernos en tu Regazo y estrecharnos… para quitarnos el susto de lo que hemos hecho mal. ¡¡Jesús, ayúdame a confiar y nunca esconderme de Ti!!

3 comentarios en “La alegría es vivir Contigo

  1. «Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a esa hoguera divina. Este camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en brazos de su padre… «El que sea pequeñito, que venga a mí», dijo el Espíritu Santo por boca de Salomón. Y ese mismo Espíritu de amor dijo también que «a los pequeños se les compadece y perdona». Y, en su nombre, el profeta Isaías nos revela que en el último día «el Señor apacentará como un pastor a su rebaño, reunirá a los corderitos y los estrechará contra su pecho». Y como si todas esas promesas no bastaran, el mismo profeta, cuya mirada inspirada se hundía ya en las profundidades de la eternidad, exclama en nombre del Señor: «Como una madre acaricia a su hijo, así os consolaré yo, os llevaré en brazos y sobre mis rodillas os acariciaré».
    Sí, madrina querida, ante un lenguaje como éste, sólo cabe callar y llorar de agradecimiento [1vº] y de amor… Si todas las almas débiles e imperfectas sintieran lo que siente la más pequeña de todas las almas, el alma de tu Teresita, ni una sola perdería la esperanza de llegar a la cima de la montaña del amor, pues Jesús no pide grandes hazañas, sino únicamente abandono y gratitud…» (carta 197)
    ¡¡¡¡Hazme pequeña Jesús, enséñame a acurrucarme en Ti y que Tu mirada me quite todos mis temores!!!

  2. Hola madre olga me llamo veronica marcela y me siento interesada en su comunidad he leido mucho de ustedes su carisma sus canciones tan bellas como, corazon estremecido, quebrantandome, escucha hija mira sus bellas sus canciones y me gusta su comunidad

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