Viernes de la Segunda Semana de Cuaresma, feria
- Gn 37, 3-4.12-13a.17b-28: Ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo.
- Sal 104: Recordad las maravillas que hizo el Señor.
- Mt 21, 33-43.45-46: Éste es el heredero: venid, lo mataremos.
Reflexión: Somos duros de corazón cada vez que rechazamos al Hijo… somos tercos y obstinados y seguimos rechazando la salvación de Dios que viene encarnada en Jesucristo.
Lo mismo en la primera lectura que en el Evangelio queda clara la intención perversa de matar al Enviado de Dios, al Heredero, al Hijo amado… igualmente seguimos “maquinando su muerte” hoy, cada vez que nos anteponemos a nosotros mismos… Recordemos lo que dice la canción: “Él era nuestro Regalo, se nos marchitó en las manos…”
Nosotros debemos permanecer con Él: no olvidemos que somos esos criados de los que habla el Evangelio que fueron enviados a vendimiar y fueron apaleados, matados, apedreados… Cuando nos traten así es buena señal: estamos siendo de verdad embajadores del Heredero. “Bienaventurados cuando os persigan y os calumnien…” dice Jesús en otro momento. Los criados del Heredero deben estar dispuestos a morir por el Heredero y la Viña, no importa que nos llamen ilusos y soñadores como a José, importa permanecer fieles y seguirle hasta dar la vida, y recibir la Herencia, que seamos nosotros ese pueblo que reciba el Reino de Dios y “produzca sus frutos”.
Oración: Danos gracia y fortaleza, Señor, para ser criados fieles de Jesús, tu Heredero, y no permitas nunca que, con nuestro egoísmo y pecado maquinemos matarle y expulsarle de nuestras vidas. Amén.