AQUÍ ESTOY PARA HACER TU VOLUNTAD

¡¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu Voluntad!! Aquí estoy. Tú solo pides un “aquí estoy”, y eso es lo que te digo en este momento: “aquí estoy”. Con todas las letras, sin recortes, sin condiciones… para hacer tu Voluntad.

Si tu Voluntad es que yo me muera en treinta segundos y llegue a tu Presencia… ¡aquí estoy! Si tu Voluntad es que viva otros cincuenta años y no tenga descanso, y vaya y venga, y trajine y trabaje… ¡aquí estoy! Aquí estoy para lo que Tú quieras, por el tiempo que Tú quieras, de la manera que Tú quieras… haciendo lo que Tú quieras… aquí estoy y aquí quiero aprender a vivir y descansar.

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Soy tuya, te pertenezco, te estoy consagrada, ligada a Ti por el triple juramento de mis votos, y sólo quiero vivir eso de verdad, ser una pura pertenencia tuya y que Tú puedas hacer conmigo y deshacer lo que quieras.

No me preguntes: HAZ. No te detengas en lo que me agrade o me deje de agradar, sino solo en lo que le agrada al Padre. No preguntes: toma lo que es tuyo y haz lo que quieras. No te detengas. Toma mi vida, toma mi ser, mi cuerpo, mi alma, mi espíritu, mi corazón, mi tiempo, mi salud, mis sueños, mis ilusiones, mis sentimientos, mis miedos… Todo úsalo para hacer tu Voluntad. Aquí estoy.

Porque yo sé que cuando Tú haces tu Voluntad, el Amor triunfa. No hay posibilidad de que sea de otra manera. Tu Voluntad siempre es Amor. Aquí estoy para amar y ser amada. Aquí estoy para hacer tu Voluntad.

Concédeme la gracia de desprenderme de todo lo que no seas Tú y abrirme sin límites a tu Querer, a tus Deseos, a tu Plan, a tu Amor, a tu Voluntad. No quieres sacrificios ni ofrendas, te basta un “aquí estoy”. ¡Quiero! ¡Quiero, Jesús mío, quiero! Una y mil veces… ¡¡yo QUIERO!! Hágase en mi tu Voluntad.

Te pido de manera especial para todos los que estamos aquí la gracia de una confianza absoluta en Ti, en tu amor, y en tu Providencia. Estamos viviendo día convulsos en los que todo el mundo está alterado y crispado, con preocupación y con miedo y te pido que nos ayudes a centrarnos en Ti y a escuchar siempre -detrás de todos los acontecimientos- tu Palabra Todopoderosa diciéndome: “No temas, soy YO”. Detrás de esta contrariedad, detrás de este sufrimiento, detrás de todo esto aparentemente terrible y adverso… ¡soy YO!

En esta tempestad, Jesús, mándame ir a Ti andando sobre las aguas. Enséñame a caminar por encima del oleaje, fiada en tu Palabra. Recuérdame a cada instante el poder ilimitado de tu Providencia, y recuérdame que nada, absolutamente nada, sucede porque sí, que todo concurre en bien de los que a Ti te aman, que hasta los cabellos de mi cabeza están contados, que no tengo por qué temer.

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Confiar en Ti, Señor, confiar en tu amor y saber que -de todas estas cosas adversas- tú vas a sacar un bien. Purifícanos sirviéndote de estas circunstancias. Limpia el corazón de tu pueblo, purifica su fe y su confianza. Que todo esto, Señor, acrisole la impureza de nuestro amor, el raquitismo de nuestra fe, la tacañería de nuestra confianza. Que todo esto repare todos nuestros olvidos, todos nuestros desprecios a tu plan, a tu Ley, a tu Reino… y recuérdanos que nada de esto nos tiene que escandalizar, ni crispar, ni angustiar.

Somos cristianos; somos los que te queremos seguir, y no podemos pretender vivir sin Cruz y sin persecución. “Bienaventurados cuando os persigan y os calumnien por mi causa” ¿por qué entonces, cuando llega la hora de la persecución, de la calumnia, de la dificultad… nos rasgamos las vestiduras y nos asustamos? “Llegará un momento en que los que os den muerte creerán que están glorificando a Dios”. “Mirad que os envío como ovejas entre lobos”.

Todo esto está predicho; los seguidores de Jesús vamos a vivir así. El ya nos lo ha dicho, nos lo ha anunciado. Es la hora de ser coherentes; de no mirar hacia atrás porque ya hemos puesto la mano en el arado, y sobre todo es la hora de confiar. La Iglesia es perseguida y lo va a ser, hasta el fin de los tiempos, pero sabemos que las fuerzas del infierno no van a poder con ella. Y sé -y creo firmemente- que todo esto que está sucediendo y lo que pueda suceder, concurrirá en bien de los que intentamos amar al Señor.

No tengamos miedo, porque en esta tempestad está El. No tengamos miedo, porque «el discípulo no puede ser más que el Maestro» y «todavía no hemos llegado a la sangre en nuestra lucha contra el pecado». ¡Bendita Cruz! ¡Bendita persecución! Porque nos hará más semejantes al Maestro. Y cuando seamos perseguidos, calumniados, escarnecidos… significará que Jesús está presente y que el Reino ES, que el Reino sucede.

Vayamos a El todos los que estamos cansados y agobiados, porque está deseando aliviarnos, pero no caigamos en la tentación absurda e inútil en gastarnos y desgastarnos en lamentos, en críticas, en protestas, en quejas… ni de estos gobernantes, ni de los otros, ni de los otros… ni de estas circunstancias, ni de las otras, ni de las otras… porque todo es CIRCUNSTANCIA SALVIFICA cuando se vive desde la fe y la confianza en Dios.

¡Bendito seas, Señor, porque me has llamado a vivir Contigo este momento! Porque en medio de esta España convulsa, mi corazón ha sido escogido para Ti, para seguir anunciando tu nombre, para ser testigo de tu amor, para extender el reinado de tu corazón por el mundo entero. Esa es mi preocupación, esa es mi empresa. En eso me tengo que gastar y desgastar, no en lamentarme ni criticar lo que los poderosos hacen. Tú me has hecho reina de mi vida. Tú me has hecho reina y gobernanta de mi corazón. ¿Cuál es mi programa de gobierno? ¿Qué estoy haciendo con él? ¿Reina en mi corazón el Evangelio? ¿reinas Tú, tu Voluntad, tu Amor? Ese tendría que ser mi único lamento y mi verdadero dolor. No dejes que, ni yo, ni mis hermanas, ni ninguno de los que decimos que somos cristianos nos desgastemos en críticas y quejas inútiles.

No temais… ¡SOY YO! Esa es la Palabra de Jesús ahora, y la nuestra debería ser: AQUÍ ESTOY, SEÑOR, ¡AQUÍ ESTOY! PARA HACER TU VOLUNTAD

3 comentarios en “AQUÍ ESTOY PARA HACER TU VOLUNTAD

  1. yo tambien quiero decir siempre Aqui estoy, aun cuando todo sea gris y sienta el dolor por no poder hacer nada mas que orar Aqui estoy.
    gracias madre

    1. Madre Olga, obrigada por esta tempestade de coragem e de carinho pela Humanidade.
      Só alguém profundamente enamorado é capaz de atitudes tão cristãs. Obrigada, Madre Olga.
      Madre Olga, gracias por esta tormenta de coraje y afecto por la Humanidad.
      Sólo alguien profundamente enamorado es capaz de tales actitudes cristianas. Gracias, Madre Olga. (tradução do google)

  2. Hágase en mí tu querer….son palabras muy fuertes pero dichas siempre desde el corazón más profundo. Cuando mis labios lo recitan constantemente, es sentirme querida por un Dios que nunca me abandona y al que yo tantas veces queriendo o sin querer, he dejado en la estacada. Sin embargo, quiero lo que Él quiera y como quiera, donde quiera y porque que quiere porque mi vida es suya desde que me tuvo en sus pensamientos…¿Quién soy yo entonces para negarme a su Voluntad en lo de cada día, en lo que me pide que a veces es tan poco? ¿Por qué entonces no me doy del todo? Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

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