La transformación de todo el ser

En la línea del corazón teologal se produce una cosa muy rara que los teólogos llaman la inversión psicológica, que para nosotros significa que los valores se invierten y que dar es recibir. Es decir: si yo me quiero entregar a Dios lo único que tengo que hacer es ser receptiva para que Él me dé.

“Yo te conozco y tú no tienes nada” punto primero. “No tienes nada que valga la pena entregarme, salvo tu pobreza y eso ya lo entregaste cuando me hiciste la ofrenda”; entonces… entregar el corazón es únicamente disponerlo.

Todos los vaIMG-20180917-WA0075.jpglores fundamentales se invierten. Amar con un corazón teologal no es dar amor, sino abrir el corazón a ser amados del todo. Mi manera de amar a Dios es dejarle que me ame.

El corazón teologal invierte todo el orden natural de la persona. La gracia divina, lejos de suprimir nuestra naturaleza humana, lo que hace es consumarla y Dios respeta nuestra libertad de criaturas de tal manera, y con tal delicadeza, que nunca ignorará nuestro consentimiento. Sólo podemos ser amados por Dios si le dejamos que nos ame.

Teresita tiene una frase que es muy reveladora para esto. “Es necesario consentir en permanecer pobres y sin fuerzas”. Solamente consintiendo en ello lo podemos recibir. Y para que Dios nos dé… tenemos que presentar nuestra pequeñez, nuestra pobreza, nuestro vacío… para que Él lo llene.

¿Qué nos pasa con el corazón teologal que empieza a funcionar en serio? La fe, que es consentimiento y confianza del hombre, una actitud del hombre, en el corazón teologal empieza a ser luz de Dios.

La esperanza, que entendemos como confianza, deja de ser esa confianza nuestra, una provisión, un aprovisionar, un aprovisionamiento de Dios. Dios es el que nos da todo antes de que nosotros pidamos: nuestra esperanza se ve como colmada antes de tiempo.

Y la caridad, antes de ser algo nuestro, un gesto nuestro, algo que brota desde nuestro corazón, es en realidad una acción del Espíritu Santo, del fuego del Espíritu en nosotros.

La fortaleza de Dios, en ese momento se apodera de nuestra fragilidad y todas las grandes visiones proféticas de la antigua y nueva alianza dan paso… Todo eso que está predicho, anunciado, pasa a través de una sola realidad, que es la omnipotencia de Dios. Dios está con nosotros, Dios obra en nosotros, Dios obra en mí.

Como si dijéramos, culminan todas las profecías y todas lIMG-20180708-WA0202.jpgas promesas del Antiguo y Nuevo Testamento. ¿Por qué? Porque todas las profecías -no sé si me condenarán por hereje, pero bueno, yo lo voy a decir-todas las profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento nos llevan a una tierra prometida, a una Jerusalén, la Jerusalén celeste, el cielo nuevo y la tierra nueva, que tiene que venir, que debemos pedir y no pedimos… Todas las profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento nos llevan a eso. Y esa Jerusalén celeste, esa vivencia de lo que vamos a tener, en el corazón teologal ya son, ya acontecen y son presente.

El corazón teologal es la culminación de todas las profecías. No en la historia de la salvación de la humanidad -estamos a la espera de que el Señor vuelva- pero sí que es cierto que en mi historia de salvación la tierra nueva, el cielo nuevo y todo lo que esperamos, a donde van encaminadas todas las profecías del Antiguo y del Nuevo Testamento, culminan en el corazón teologal. Es la tierra prometida, mi tierra nueva… Por eso Teresita puede decir: “No sé qué más tendré después de muerta. Veré a Dios cara a cara, pero respecto a estar con Él ya lo estoy enteramente ahora”.

Cualquiera no puede afirmar algo así. Ella lo dice porque tiene todo lo que va a tener después. Todo lo que podemos esperar, toda la historia de la salvación ya ha culminado en ella. Falta rasgar el velo de la visión cara a cara. Ese es el fruto.

2 comentarios en “La transformación de todo el ser

  1. Hermana: Es tan bello leer estas palabras. Llegan al alma. Se nota su profundidad espiritual. No es para alargarla. Acabo de descubrir su página. He pensado muchas veces el gritarle al mundo acerca del amor de Dios. Amor que ya se grita en nuestras Iglesias pero que piensa no encuentra eco. me parece muy buena la labor se salir….como dijo nuestro Papa Francisco. Me gustaria saber si las otras hermanas también escriben . Cual es su página ? Gracias por sus oraciones. Desde Denver con carino.

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