¡¡DEJADLAS, ELLAS SABEN!!

Es muy hermoso, y yo os invito a que lo hagáis, contemplar al Señor en la custodia, mientras entramos en silencio en la bellísima escena de la Unción de Betania -tan propia de los adoradores- y escuchamos el silencio de María de Betania. Es hermoso ver cómo ella entra, cómo se acerca Jesús en silencio, sin palabras, desbordando dulzura y amor desde todo su ser… El la vería acercarse… con qué ternura, con cuánto cariño la miraría, con qué gratitud… Ver cómo ella en silencio -porque sobran las palabras en momentos así- sólo movida por el amor, porque Jesús comprende y ella sabe que Jesús comprende… Que el amor silencioso es el lenguaje que más fácilmente Dios escucha y comprende, sobre todo en determinados momentos.  Y ella se mueve silenciosa pero entregada, sin importarle nada más que Jesús; ni los otros que están en la mesa, ni Marta que está por ahí enfrascada en sus cosas y muy atareada, ni Judas que va a intervenir después.  Ella sólo tiene ojos, corazón y vida… para Jesús.IMG-20180303-WA0214.jpg

Verla romper aquel frasco que lleva, verla derramar el ungüento precioso sobre la cabeza de Jesús, y aspirar el perfume, palpar el amor, la reparación… ahí, en ese gesto bellísimo y único, que Jesús querrá que se anuncie con el Evangelio en el mundo entero.

“Donde quiera que se anuncie el Evangelio se sabrá lo que esta mujer ha hecho conmigo”. Y Juan recalca y la casa se llenó de la fragancia del perfume. La casa es la Iglesia. La Iglesia se llenó del olor del perfume, del perfume de ese amor reparador, del deseo de darse en amor, gratuitamente, en obsequio a Jesús por su inmolación por nosotros, rompiéndose ella misma, dándose toda al Señor. Esto es lo que llena la casa del olor del perfume. María de Betania es sin lugar a dudas la primera en la fila de las almas reparadoras.

Entrar en Betania es entrar en el lugar del descanso, en el remanso del amor, de la gratuidad… entrar en Betania es entrar en una casa llena de un perfume de nardo precioso y no tanto por el perfume material, cuanto por su significado: es el colmo de la delicadeza del amor por Jesús, que va a ser destrozado por nuestros pecados, que va ser inmolado… que va a ser El mismo un perfume precioso con el que envolverá toda la Iglesia, y que hará posible que cada uno de nosotros podamos ser portadores del perfume de la caridad.

Llegado a este punto, Orígenes con toda su delicadeza y su amor a Jesús, hace una observación: “También nosotros podemos ungir la cabeza y los pies de Jesús. Ungimos los pies de Jesús cuando hacemos obras de caridad y de amor en obsequio de nuestros hermanos, porque nuestros hermanos son como los pies con los que hoy el Señor IMG-20180318-WA0125.jpgcamina sobre la tierra. Y ungimos la cabeza de Jesús cuando hacemos obras en obsequio puro del Señor, sin ninguna utilidad aparente”. Ninguna utilidad al menos para los hombres “razonables y sensatos”, como por ejemplo la oración -que no sirve para nada según dicen algunos- la virginidad -que otros consideran absurda- la penitencia, que también consideran algo medieval y pasado de moda.

Podemos hacer las dos cosas, la una no excluye la otra; podemos ungir la cabeza y los pies del Señor: hacer cosas razonables, útiles y sensatas y hacer locuras… y cosas “raras”, que no sirven para nada, simplemente porque estamos enamorados de Jesús. Y el enamorado no busca la utilidad: busca dar curso al amor, busca expresar y demostrar el amor…

No es fácil pero… podría ser posible: ¡Podría ser tan bonito ungir a Jesús para su Pasión quebrando cada uno nuestro propio frasco…! Y no me digáis que ya estamos casi en Pascua, que se nos acaba la Cuaresma… esa excusa no sirve porque la Pasión de Jesús sigue y se perpetúa hasta el fín de los tiempos.

Ser capaces de dar un paso adelante, poniendo los ojos sólo en Jesús y en nadie más… Mirándole IMG-20180101-WA0124.jpgfijamente, acercándonos a El en silencio y rompernos, ser quebrados por el amor a Él para darlo todo. ¡No importa que nos digan que lo que hacemos no sirve para nada, que es un desperdicio, que estamos malgastando nuestra vida…! La vida solo se malgasta cuando no se ama o cuando uno se ama a sí mismo más que al Señor y los hermanos.

¡No importan los fariseos de turno, no importan los que no entiendan, no importan los que nos critiquen, no importan los que censuren!… y si no nos van a dejar ungir al Señor… ¡¡Vámonos con El!! Vayámonos con El allí donde se nos permita quebrar nuestro frasco sin tener que contentar a los hombres. La verdad ante todo. No dejemos que nadie nos amedrente, que nadie nos quite la libertad de amar y de dar la vida tal y como Dios nos la pide. Si nos ponen por excusa a los pobres, o lo que parece sensato y razonable… ¡no los escuchemos!  También hoy hay muchos fariseos y muchos Judas que no quieren que el Señor sea ungido, que no quieren que el Señor sea reparado, que no toleran que Jesús sea amado sobre todas las cosas.

Toleran “Martas” que sirvan pero no toleran a “Marías” que amen y se den del todo a EL. Pero podemos escuchar a Jesús que dice: “¡¡DEJADLAS, ELLAS SABEN!! Ellas tienen que ungir mi Cuerpo para la sepultura. IMG-20180319-WA0000.jpgY allí donde se anuncie el Evangelio se sabrá lo que ellas hacen conmigo hoy; no quedará en el olvido, nunca lo olvidará mi Corazón y menos aún lo olvidará mi Padre. ¡Dejadlas!. Martas siempre habrá, pobres siempre los tendréis, pero corazones que me amen como María en Betania hay tan pocos… ¡no las toquéis!”.

En un momento dado, Dios dice en el Antiguo Testamento: “no toquéis a mis ungidos”. Ahora, hoy, después de su muerte y de su resurrección también dice con fuerza: “no toquéis a las que me ungen, a las que me aman, a las que reparan las heridas de mi Cuerpo y de mi Corazón; ¡no las toquéis…! ¡dejadlas…! Dejadlas tranquilas que hagan lo que le Espíritu Santo les inspira hacer.”

La reparación y el amor sin fisuras y sin condiciones al Señor y al Cuerpo del Señor es urgente hoy en la Iglesia. Dejemos en paz y tranquilos, a todos aquellos que escogen hacer locuras por Cristo; si no somos capaces de hacerlas nosotros porque no amamos lo suficiente, porque somos cobardes y egoístas… dejemos tranquilos y en paz a quienes están enamorados de Cristo de tal manera que son capaces de hacer locuras por El.

3 comentarios en “¡¡DEJADLAS, ELLAS SABEN!!

  1. Madre Olga María .Mas te leo y mas te quiero y mas me haces amar a Dios nuestro Señor. Esas locuras las he hecho y me encanta hacerlas aunque he de confesar que por los comentarios y mas de las personas que amo me han dejado un hueco de tristeza enlugar de sentir una satisfacción.Pero ahora que te leo estoy tranquila pues hice lo que me Dios dispuso en su momento y le agradezco por este llamado que apenas comienza. Madre ayúdame con tu guía a seguir a nuestro señor Jesucristo ,no solo con palabras sino con mi testimonio de fe .Saludos.

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