Libertad de expresión

Vivimos en una sociedad en la que se habla continuamente de libertad y de derechos y uno de los más reivindicados es el de la libre expresión y el de opinión. Estoy de acuerdo y creo que todos debemos ser libres para expresarnos y para tener un criterio, el que sea, y poder exponerlo, pero… acabo de escribir “todos”. Y “todos” significa todos, no los tres o cuatro de siempre, diciendo las mismas cosas y el resto… ¡ay si alguien más osa decir otra cosa diferente! Como mínimo se le tacha de ignorante y cateto, e inmediatamente se le ridiculiza y se le desautoriza.jhvlhv

Y pregunto… ¿dónde está el derecho de esa persona a ejercer su libertad de expresión y a ser respetada en sus opiniones? Si piensa como yo es un portento y un tío grande, si lo que expresa no coincide con lo que yo pienso… entonces es que no tiene personalidad, ni criterio, ni nada… y le han “comido el coco”.

El otro aspecto que me gustaría comentar es el asumir la responsabilidad de las propias opiniones. No vale afirmar sin firmar. Es decir: no vale lanzar opiniones al aire desde el anonimato, sin dar la cara y asumir la responsabilidad de lo que uno dice. Eso… ¡cualquier tonto lo hace!

Si hay algo que me incomoda son las personas cobardes que van regando el mundo de ideas y opiniones, nunca dan la cara y se parapetan detrás de cualquier excusa sin asumir la responsabilidad sobre sus propios actos, esas que “tiran la piedra y esconden la mano”. Desde luego que se desautorizan solas, pero… ¡cuánto daño pueden llegar a hacer y cuánta confusión y mentira pueden sembrar…!

Efectivamente, opinar y expresarse es un derecho y a nadie se le debe negar, pero también sostengo que hay que educar a las personas en que el ejercicio de cualquier derecho conlleva unos compromisos y unas obligaciones, que las cosas no se hacen alegremente, sin ton ni son, solamente porque sí, porque me apetece… En este caso el derecho a expresarse implica un compromiso de respeto a lo que otros expresan y también de coherencia, para avalar con la propia vida lo que se está afirmando, si no… son palabras vanas que se lleva el viento.

Todo esto lo digo por algo que me ha sucedido últimamente: yo escribo y opino bastante en voz alta, no sólo en esta columna semanal, sino en otros medios y espacios públicos. fotos-de-paisajes-en-otono-56Opino sobre temas variados, expreso sentimientos y también reflexiono y rezo… siempre dejando claro mi nombre y que soy una monja católica. Lo hago como parte de mi vocación personal de anunciar el Evangelio de Jesucristo, y no pienso renunciar a ello porque -como digo- es parte esencial de lo que soy. Confío en que los creyentes lo acogerán desde su fe y que los no creyentes al menos lo respetarán como un ejercicio de mi derecho a la libertad de expresión. Con ello no hago daño a nadie y tengo derecho a hacerlo ¿no es cierto?

Pues bien… he recibido más de una recriminación por parte de personas creyentes por exponerme en exceso, por abrir mi corazón y compartir cosas demasiado íntimas, que me comprometen en demasía. Y para colmo me han recomendado que lance mensajes y testimonios al público sin firmar o… ¡firmando con un pseudónimo! ¿¿¡¡ ¡!?? A estos les contesto desde aquí con San Pablo: “No me avergüenzo del Evangelio”

Y ya la cosa llega al colmo cuando una intenta responsabilizarse de lo que afirma, simplemente por una cuestión ética y por hacerlo creíble y darle mayor consistencia, y entonces te acusan de afán de notoriedad y protagonismo, de egolatría.

¡En fín…! ¿No decíamos que todo el mundo tiene derecho a la libertad de expresión? Y dentro de esa libertad ¿no está también el derecho a perfilar nítidamente la propia identidad humana y cristiana y expresarla sin ser juzgada? Pues parece que no: aún no hemos llegado al derecho a no ser juzgados y etiquetados. A ver si poco a poco avanzamos en eso también, que nos falta mucho.

 

5 comentarios en “Libertad de expresión

  1. Querida Madre Olga : Tienes toda la razón en lo que dices y opinas. Muchas gente opinamos igual y tus consejos y reflexiones son para much@s de nosotr@s como un soplo de aire fresco, un trago de agua fresca que calma nuestra sed y nuestras inquietudes, desasosiegos y penas… Hay mucha gente mala, envidiosa y tan llena de odio hacia no sé qué…. Porque, la verdad, yo cada vez entiendo menos. Pero creo que todo es debido a esa falta de fé en Dios nuestro Señor. Dicen que Dios no existe, que no creen en nada … Pero lo dicen muchas veces de una forma… No sé…. explicar….. Como si, en el fondo sintieran que les falta algo…Ese algo que ni ell@s mism@s quieren reconocer. Lo que si ees cierto, es que lamentablemente mucha juventud está muy mal, y a los niños se les está dando una educación que yo llamo deseducacion. Así que, desde mi pequeñez, te digo: Adelante Madre! No nos abandones a los que te necesitamos tanto espiritualmente. Ya sabes que yo tengo ya 66 años, y te aseguro que eres de lo mejor que me ha pasado en la vida. Y repito, hay mucha gente que opina como yo. Ah! Y decirte que tu libro “juntos andemos Señor”. Es una maravilla. Lo leo, lo leo y cada vez me gusta más. El día 20 si Dios quiere me voy unos días a descansar en un bungalow con mi marido y con mi perrita Mara. A pie de playa. Y me llevaré conmigo tu libro. Gracias otra vez por habérmelo dedicado y por todo. Un abrazo. Mariasun.
    El El vie, 4 ago 2017 a las 23:23, Grita al mundo escribió:
    > Madre Olga María posted: “Vivimos en una sociedad en la que se habla > continuamente de libertad y de derechos y uno de los más reivindicados es > el de la libre expresión y el de opinión. Estoy de acuerdo y creo que todos > debemos ser libres para expresarnos y para tener un criterio, ” >

  2. Querida Madre Olga María,
    El verdadero cristiano es osado, valiente, a él no le importan los respetos humanos ya que se fundamenta, se sostiene en Cristo. Lástima de los cristianos que no la entienden.
    Lo que impulsa sus palabras es el enamoramiento de Cristo, hacia lo que todos deberíamos tender y alcanzar. Este enamoramiento es lo que da la verdadera libertad, tan valiosa para el hombre, tan valiosa para Dios.
    Siga escribiendo, siga hablando en libertad!

  3. Querida Madre Olga María:
    Desde mi poquedad, os quiero dar un consejo ¡ no temáis por quedar expuesta por cada palabra, o por cada pensamiento vuestro !… sabemos que vivimos en un mundo en el que no siempre todos nos recibirán bien, o nos tratarán con el respeto que merecen nuestro pensar y actuar, sobre todo cuando van en pos de valores cristianos, nunca debemos olvidar que el mundo está muy carente de ellos.
    A veces hasta los más íntimos nos muestran recriminaciones y desprecios, que podríamos esperar del resto ???.
    ….. Tengo buenas amistades pero que, por ser yo de Misa diaria no me llevan en cuenta, ¿soy a caso un reto para ellos ?, soy ” fome ” ?
    pues ¡¡ qué bien, eso significa que ven algo diferente !!.
    Cuando despierto inquietud en el otro, o percibo íntimamente un rechazo, es cuando mejor comprendo que no soy del mundo.
    ¡¡¡¡ feliz nosotros que usted se comprometa en demasía abriéndonos su corazón !!!!, al menos yo lo recibo con las manos y el corazón mío abierto.
    Gracias por todo mi querida Madre Olga María del Redentor.
    Un abrazo muy muy fuerte.
    M.Eliana

  4. Tiene toda la razón madre Olga María. No se avergüenza del Evangelio y hace bien, firma y hace bien y recemos por los que se avergüenzan para que pedante dar testimonio sin complejos. Una oración y un abrazo. Dios le bendiga.
    Alicia Chueca

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