Hemos de hablar al corazón del hombre

Martes de la Segunda Semana de Adviento

  • Is 40, 1-11: Dios consuela a su pueblo
  • Sal 95: Nuestro Dios llega con poder
  • Mt 18, 12-14: Dios no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños

 

Reflexión: Consolemos al pueblo de Dios, hablemos a su corazón, animemos para que todos trabajemos allanando los caminos para su llegada.

La ternura de Dios irrumpe en el mundo: Jesús se incorpora a la historia y “su recompensa lo precede”. Su premio, que es la paz, la sencillez, la bondad, el cariño… El nacimiento de Jesús significa que la eternidad “entra” en el tiempo, que lo divino se funde con lo humano, que la omnipotencia se lanza hacia la indigencia y triunfa el amor del TODO en nuestra nada.

Por eso el Adviento es el tiempo del gozo, de la esperanza, de la alegría… Es la hora del desquite de Dios y Él monta una fiesta “a lo divino” en la pobreza de en nuestra carne.

Es la hora del triunfo de pequeñez, la victoria de la indefensión… Hay que cantarlo jubilosos, victoriosos, desde “un monte elevado”: “El Señor llega con poder”, con el poder y la fuerza de los débiles: el amor y la ternura.

Este es nuestro “cántico nuevo”: ¡que Él viene con poder para regir la tierra y Él es nuestro Rey! Viene porque en su rebaño se han dispersado ovejas y no quiere renunciar a la alegría de recuperarlas. Como “no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños”, Él se hace pequeño y viene para rescatarnos desde la pequeñez, pues ahí reside su poder…

Oración: Gracias, Padre, por consolarnos e invitarnos a cantar “un cántico nuevo” desde la ternura y la esperanza. Gracias, porque Jesús es tu consuelo hecho Carne y Él viene a nosotros para rescatarnos y alegrarte a Ti y al Cielo entero devolviéndote las ovejas perdidas. AMÉN.

5 comentarios en “Hemos de hablar al corazón del hombre

  1. Con su nacimiento la «eternidad entra en el tiempo», desde mi incompletez humana se me clavó esta expresión en la meditación de hoy; qué grandeza tan indiscrptible Dios mío. Gracias Madre por jalonar procesos de meditación.

  2. Dios nuestro Padre nos salva y viene en la pequeñez del niño Dios, entra en nuestras vidas, ilumina nuestra pobreza, nos irradia con su ternura, con su amor delicado y suave; quiere que seamos también niños para poder ganar nuevamente el Cielo, pero no sólo eso sino que también acoge a sus ovejas que están fuera del redil, sobre todo a ellas, pues le importamos sobremanera, no quiere que ninguna se pierda, ni en la peor de las dificultades……. somos salvamos por pura misericordia.
    ¡¡ Dios nos ama, y nos ama tanto !! que siempre, pero siempre nos alcanza la posibilidad de salvación aún en el instante más terrible por encima de nuestro imperceptible ojo humano, o de nuestra limitada comprensión.

    Se me viene a la mente una historia corta, pero muy decidora, que no quiero dejar de contaros : » Hubo una mujer muy piadosa, buena y consecuente cristiana, cuyo esposo se quitó la vida lanzándose de un alto puente , ella angustiada sobre manera sufría más por la forma de como habían sucedido las cosas, que por la muerte misma de su marido, y oraba a Dios con » el corazón en la mano» pues temía por su salvación, entonces el Señor se le aparece en el sueño, y le dice : ¡ no lloréis más, tu esposo se ha salvado, pues entre el puente y el agua había un espacio físico y también un espacio de tiempo, y en ese bendecido trayecto él se arrepintió, ahora está junto a mí en el Cielo ! » …..
    Esta historia real nos deja perplejos al saber cómo obra su grandísima e infinita misericordia la que no podemos abarcar ni en conocimiento ni en percepción…. y que nos enseña a no juzgar jamás; El siempre obra así , ¡ nunca permitirá que aquellos que están involucrados con el amor de su Corazón sufran sin un consuelo !.
    En esta Navidad podemos cantar » un cántico nuevo «, pues Nuestro Jesús hace honor a su Nombre, viene como Nuestro SALVADOR, y viene a consolarnos como dice nuestra querida Madre Olga María, y viene a reunir su rebaño, y viene a llevarnos al Cielo, viene a rescatarnos.

    Gracias Madre por sus hermosas reflexiones en este tiempo de Adviento que nos lleva a adentrarnos más profundamente el Misterio de la Redención.
    Que Dios la bendiga por tanto bien entregado a los demás.

    La quiero mucho
    M.Eliana

  3. …“lo divino se funde con lo humano”, es cierto Madre Olga. Si no fuera así, el comentario de Sol Mota no tendría sentido: “Hay un Belén.. Hay un Belén escondido en el corazón de los hombres. Y si oyes cantar una voz.. Es que quiere nacer El Señor” y lo tiene. Porque en estas fechas y ante la figura pequeña y humilde de Jesús, son muchos que sienten “cantar una voz” en el corazón y creen con fe viva “que quiere nacer el Señor”. Hermosa reflexión que hace surgir tan profundos comentarios.

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